La policía de la ciudad de Barrie, en el sureste de Canadá, liberó este 11 de febrero a 43 personas de origen mexicano, en su mayoría hombres, que laboraban en hoteles locales en condiciones de esclavitud moderna.
El comisario adjunto de la policía local, Rick Barnum, explicó en conferencia de prensa que los trabajadores arribaron al país engañados por bandas de traficantes, quienes les pidieron grandes cantidades de dinero para conseguirles empleo y ayudarlos a obtener visas de trabajo en el país norteamericano. Sin embargo, una vez en Canadá los sometieron a condiciones de hacinamiento y explotación, obligándolos a trabajar largas jornadas por una paga muy baja en hoteles de varias ciudades de Ontario.
Los mexicanos tenían que pagar a sus captores por el alojamiento, la comida recibida y la transportación a sus centros de trabajo; en algunos casos, según los primeros testimonios, al final del mes sólo se quedaban con unos 45 dólares canadienses (aproximadamente 650 pesos mexicanos).
Tras una larga investigación y la movilización de 250 agentes, los mexicanos pudieron recuperar su libertad en una operación realizada la semana pasada, si bien hasta el día ese lunes se dio a conocer al público. Según Barnum, una de las víctimas dijo a la policía: “Ayer fui a dormir como un esclavo y esta mañana me levanto como un hombre libre”.
Aunque no hubo personas arrestadas en el operativo, la policía adelantó que está investigando a dos directivos de una empresa local de servicios de limpieza para determinar si estaban involucradas en estas prácticas.
“El tráfico de seres humanos es una forma moderna de esclavitud”, recalcó Barnum, y agregó que “la explotación está en el corazón de este delito”.