Los presidentes de Rusia, Turquía e Irán, Vladimir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Hasán Rohaní, respectivamente, coincidieron en que la retirada militar estadounidense del noreste de Siria es un paso positivo que ayudará a estabilizar la situación en ese país, en guerra desde hace casi ocho años.
“Consideramos que la aplicación de los planes (de retirada) sería un paso positivo que ayudaría a estabilizar la situación en esa parte de Siria, donde el control del gobierno legítimo debe ser restaurado”, dijo Putin en rueda de prensa al final de la cumbre de los países garantes del proceso de Astana en el balneario ruso de Sochi.
El mandatario iraní agregó que, si es verdadera la decisión de Estados Unidos de retirar sus fuerzas de Siria, entonces se trata de “una buena noticia para el pueblo sirio y hay que implementarla lo antes posible. La presencia de fuerzas extranjeras, incluidas las estadunidenses, sin la autorización del gobierno de Siria debe concluir cuanto antes”.
La postura de Rusia e Irán, aliados del régimen de Bashar al Assad, y de Turquía, que respalda a algunos grupos de la oposición armada y tiene vastos intereses en el noreste de Siria, es importante para acabar con el conflicto armado, más aún cuando el proceso político que se lleva a cabo en Ginebra está estancado.
Putin, Erdogan y Rohaní celebraron este jueves en Sochi, a orillas del Mar Negro, la cuarta cumbre de los países garantes del proceso de Astana con el fin de impulsar la solución del conflicto en Siria, examinando iniciativas para el diálogo entre las partes enfrentadas, según las agencias rusas de noticias Sputnik e Itar-Tass. “Hoy celebramos en Sochi la cuarta cumbre de los países garantes del proceso de Astana y estoy convencido de que podremos impulsar el restablecimiento de la situación en Siria”, dijo Putin.
Putin y Erdogan conversaron sobre la incertidumbre respecto al plan de Estados Unidos de retirar las tropas estadounidenses que, junto a las fuerzas kurdas, se encuentran al norte de Siria. Por su parte, el presidente iraní destacó que la lucha contra el terrorismo en Siria hasta su total erradicación es un objetivo común de su país, Rusia y Turquía.
“Los principios comunes son luchar contra el terrorismo hasta la erradicación de esta plaga mortífera, negociar, reducir la tensión, llevar adelante el proceso de paz y reformar la Carta Magna, repatriar a los refugiados, canjear a los presos y reconstruir a Siria”, dijo Rohaní al reunirse con Putin y Erdogan. Asimismo, destacó la necesidad de que el gobierno sirio despliegue tropas y extienda su control hacia el norte y este del río Éufrates.
Sobre las zonas controladas por Estados Unidos, el mandatario iraní reiteró que las tropas estadounidenses se encuentran en Siria “sin el consentimiento del gobierno de Al Assad, lo que contradice todas las normas internacionales y viola la soberanía del Estado independiente”. Rohaní también subrayó la necesidad de cumplir los acuerdos ruso-turcos sobre la provincia de Idlib, para “prevenir una catástrofe humanitaria” en esa zona y decidir cuáles serán las siguientes medidas para tomar en la región.
Putin llamó a no tolerar la presencia de los terroristas en la provincia siria de Idlib. “La provincia logra respetar el alto el fuego, pero ello no significa que debemos tolerar la presencia de los grupos terroristas en la zona de Idlib”. La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, y la de Astana, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
Siria vive desde el 15 de marzo de 2011 un conflicto que ha dejado más de 365 mil muertos, de ellos más de 110 mil civiles, más de dos millones de heridos y cerca de 12 millones de desplazados internos y refugiados en otros países, de acuerdo con cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.