El Snow Monkey Park o Jigokudani Yaen-koen de Nagano, en Japón, es el hogar de una manada de monos salvajes a los que se puede observar en su vida diaria todo el año, y bañándose en ‘onsens’, unas aguas termales naturales, en invierno.
Creado en 1964 y situado cerca de la base del Parque Nacional Joshinestu Kogen, el Jigokudani Yaen-koen, también conocido como Parque de los Monos de Nieve, se estableció como un área de conservación en la que los monos tienen un refugio dentro de lo que ya era su hábitat natural.
Este parque es un lugar único, donde se puede observar a los monos salvajes (macacos japoneses) en su vida diaria, incluyendo cómo se bañan en ‘onsens’, unas fuentes termales naturales y cargadas de minerales por su contacto con los volcanes, y de las que hay alrededor de 3.000 repartidos por todo el territorio nipón.
El Jigokudani Yaen-koen está ubicado en el valle del río Yokoyu, que toma sus aguas de Shiga-Kogen, una zona elevada del Parque Nacional, en la parte norte de la prefectura de Nagano, según informan desde la Oficina Nacional de Turismo de Japón (JNTO).
UN PARAÍSO BIOLÓGICO EN EL VALLE DEL INFIERNO.
Jigokudani significa ’Valle del Infierno’, debido a que posee empinados acantilados situados a 850 de altitud. También se encuentran en la zona unas fuentes de agua caliente y, en invierno, pueden bajar las temperaturas en la zona hasta 10 grados centígrados bajo cero y no es raro ver caer más de un metro de nieve.
Desde su fundación, en el Jigokudani Yaen-koen se puede ver de cerca la biología de los monos salvajes, y miles de personas de todo el mundo han visitado este parque, especialmente investigadores y fotógrafos.
Los macacos japoneses, o monos de la nieve, habitan en todo Japón, excepto en Hokkaido y Okinawa, pero en un ‘zoo’ es difícil apreciar en las mejores condiciones sus actividades en grupo y su alto nivel sociabilidad. Además, en las montañas es difícil encontrarlos, se mantienen alejados de las personas y huyen rápidamente al verlas, según fuentes del Jigokudani Yaen-koen.
Por ello, la mejor manera de observar a estos macacos salvajes es visitar este parque en Nagano, sin vallas entre los animales y las personas, y se puede entrar a su mundo y verlo en condiciones naturales, según recomiendan.
Los monos son salvajes, y tienen su propia vida fuera del parque, en territorios de varios kilómetros de radio situados en las montañas alrededor del Yaen-koen, donde a veces se pasan todo el día.
BAÑOS TERMALES ¿PARA PROTEGERSE DEL FRÍO?.
Los baños que toman durante la temporada invernal se dice que son para protegerse del frío y son reacios a tomarlos en las estaciones cálidas. Esto representa una pequeña parte de su vida, ya que hay muchos otros aspectos interesantes y divertidos de su biología que el visitante puede observar cada temporada, señalan fuentes del parque.
“Aún no se sabe a ciencia cierta cuál es la razón por la cual los monos siguen bañándose en las aguas termales y cuál es su efecto”, señala a Efe Hajime Kishi, gerente de la JNTO (www.turismo-japon.es).
A los monos les encanta sumergirse en el agua termal tras jugar con la nieve fría y pesada del invierno; la primavera es una época para los nuevos bebés; el verano es exuberante y verde; y el otoño transforma el paisaje en un mosaico de rojo, ámbar y oro cuando las hojas cambian de color, señalan desde Snow Monkey Resorts, que agrupa a los complejos hoteleros de la zona (www.snowmonkeyresorts.com) .
“Los mejores meses para visitar el parque serían en invierno, desde mediados de diciembre hasta marzo, porque está todo nevado, el paisaje es precioso y porque los monos se bañan en las aguas termales”, explica Kishi.
Añade que “durante la estación de otoño los monos podrían aparecer tarde o irse antes del parque donde se les observa y los últimos meses otoñales son su temporada de apareamiento y puede que no bajen al parque, que entonces no abrirá al público”.
“A diferencia de un zoo, el Jigokudani es un parque nacional para la observación y no hay vallas ni jaulas de ningún tipo. Los monos, unos 200, se encuentran en su hábitat natural y los visitantes son sus invitados”, señala Kishi.
«Está rigurosamente prohibido que los visitantes alimenten a los monos, aunque hay horarios en los que los cuidadores se encargan de esa tarea, probablemente las mejores horas para hacer fotos de cerca», según Kishi, quien reconoce que este no es un ambiente o clima usual para monos pero que «de alguna forma los de esta región descubrieron los baños termales y se establecieron aquí».
Este parque puede visitarse con el pase especial de dos días ‘Snow Monkey Pass’, que combina el transporte en autobús y tren hasta el recinto, e incluye una entrada en un mismo ticket.