La familia de Luke Perry tomó la difícil decisión de desconectarlo luego de que sufriera un derrame cerebral del que no logró recuperarse, reveló al sitio Us Weekly una fuente allegada al actor.
“No fue nada fácil para nadie tomar esa decisión”, aseguró el informante al sitio especializado.
El actor murió rodeado de sus hijos Jack, de 21 años, y Sophie, 18; además estuvieron presentes su exesposa Rachel Sharp; su novia Wendy Madison Bauer; su mamá Ann Bennett.
En sus últimos momentos también estuvieron presentes su padrastro Steve Bennett, y sus hermanos Amy Coder y Tom Perry.
La decisión de desconectarlo se tomó cinco días después de que Perry sufriera el derrame cerebral en su casa de Sherman Oaks, por lo que fue trasladado a un hospital en Burbank, California.
En el hospital, los médicos indujeron a un coma al actor para proteger su cerebro, su familia pensó que Perry se recuperaría después de dos días, pero lamentablemente el artista de 52 años nunca lo hizo.
Perry sufrió el derrame cerebral el pasado 27 de febrero, y murió el pasado lunes 4 de marzo.
El actor saltó a la fama en la década de los 90 con la exitosa serie juvenil “Beverly Hills 90210”, donde dio vida a Dylan McKay, que se robó el corazón de las jóvenes de aquella época.