La construcción del Tren Maya podría costar entre cuatro y 10 veces más de lo que se tiene previsto: de los 120 a 150 mil millones de pesos que estima el gobierno federal, podría salir entre 479 mil 920 millones de pesos y un billón 599 mil 767 millones de pesos.
De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad, experiencias a nivel nacional e internacional demuestran que los costos podrían elevarse y afectaría el aforo, densidad poblacional, conectividad, uso principal de las vías y la competencia.
“El peor escenario… no cumpla con sus objetivos de proporcionar crecimiento y desarrollo integral a las comunidades por las que pasará, y que el gobierno federal acabe subsidiando con los recursos de los contribuyentes la vida útil de otro proyecto sin beneficios para nadie”.
Este proyecto, señala el IMCO en un boletín, ha tenido como consecuencia preocupaciones por ambientalistas porque atravesaría regiones con diversidad biológica y cultural única.
También señalaron que por donde pasaría en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo casi el 100 por ciento está compuesto por ejidos, más de mil 406 núcleos agrarios.
Para evitar estos problemas, el IMCO recomendó al gobierno federal:
En lo económico: evaluar costos, aforo, densidad poblacional, conectividad, uso principal de las vías y competencia con otros transportes.
En lo ambiental: evaluar económicamente lo ambiental y cumplir con las leyes en dicha materia.
En lo social: realizar una consulta con comunidades afectadas y garantizar el derecho a participar.
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