“Es más peligroso un tonto que un malvado,
porque el malvado descansa algunas veces y el tonto jamás.
Anatole France.
Y seguimos en las mismas. Hablan porque tienen boca y hacen política a partir de lo “políticamente correcto”, sin importar si están o no en lo cierto; aquí el punto es verse bien y aparentar, subrayo el “aparentar”, una actitud.
Intento sin conseguir escudriñar en el pensamiento de la diputada Pilar Lozano y no alcanzo a definir si es tonta o es malvada.
Legisladora de Movimiento Ciudadano por Nuevo León Pilar Lozano es veterinaria, es decir, le sabe y entiende al asunto de los animales (¿será por eso que se metió a la política?)
La diputada subió a la tribuna y propuso la prohibición de las corridas de toros en México y lo hizo, como todos los de su tipo, en base a falacias, mentiras y sobre todo percepciones más que realidades.
Por principio, legislar implica una enorme responsabilidad. Responsabilidad de investigar y sustentar con información fidedigna y bases técnicas, científicas y de otras disciplinas una premisa, no en función de gustos, preferencias y hacerse pasar por gente “cool”.
Afirma en su exposición de motivos la diputada que la tauromaquia: “no cultiva el espíritu ni las facultades intelectuales de quienes las practican, ni mucho menos de los que la frecuentan”. ¿Perdón?
¿Entonces en qué se inspiraron artistas como Picasso, Dalí, Goya, García Lorca, Gerardo Diego, Bizzet, Agustín Lara y tantos más para crear monumentales obras de arte que perduran hasta nuestros días? ¿Entonces, si no cultivan el espíritu, por qué genios como Plácido Domingo, Camilo José Cela, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Joan Manuel Serrat y muchísimos más son amantes de la tauromaquia?
Y aunque las comparaciones son odiosas, tengo aquí que hacer un paréntesis para cuestionar: ¿está la diputada Lozano al nivel de esos maestros para hacer una sentencia como la que hace?
En aras de la transparencia y la información, le pediría a la diputada Lozano nos informase el número de festejos taurinos celebrados en el último año en el territorio nacional, dato que sin duda debe formar parte del sustento su propuesta, así como la cantidad de reses de lidia sacrificadas en esos eventos.
Dada su condición de veterinaria, le suplicaría a la legisladora emecista (de Movimiento Ciudadano) nos brindase una explicación detallada de la diferencia entre el ganado de abasto (consumo) y las reses de lidia y si es que acaso conoce y sabe alguna otra utilidad de estas últimas además de su destino en la Fiesta Brava.
Le rogaría encarecidamente a doña Pilar nos informase si tiene una remota idea de la derrama económica que la Fiesta Brava produce, la cantidad de empleos que genera y los impuestos que de ella se derivan, así como el destino de estos recursos en el erario.
Finalmente le suplicaría a la legisladora, que tan bien preparada está, que nos diese cuenta de la cantidad de reses que son sacrificadas a diario en rastros de todo el país a diario, a fin de tener un punto de comparación entre unas y otras, además de saber si tiene conocimiento de la forma en que esos bóvidos son criados, manejados y sacrificados.
Dice Pilar Lozano que “es necesario prohibir la actividad considerada por algunos como un deporte, tradición, fiesta y una expresión cultural, ya que implica tratos crueles e inhumanos contra seres vivos”. De nuevo, ¿perdón?, ¿es que con todo y que es veterinaria nadie le ha explicado la diferencia entre los humanos y los animales?
Legislar implica responsabilidad y después de todo lo escrito no tengo duda de que la diputada actúa de manera irresponsable. Me pregunto, ¿será igual en otros temas?