El senador del Partido Revolucionario Institucional, Manuel Añorve, pidió que la Comisión Nacional de Procesos Internos del partido, en su calidad de árbitro, frene el “sobrecalentamiento” que aumenta en la contienda interna para elegir a la dirigencia nacional en agosto próximo.
En entrevista con Notimex, el legislador señaló que el árbitro de esta contienda debe intervenir entre los integrantes de las fórmulas contendientes, para detener las acusaciones mutuas a fin de “apaciguar los ánimos”.
Señaló que al PRI no le conviene que se “sobrecaliente” el proceso interno, y advirtió que “las acusaciones que se están dando no son convenientes, más vale que el árbitro intervenga a la brevedad posible”.
“Y si lo ha hecho, que lo diga; pareciera que solamente son declaraciones que nadie está atendiendo; yo tengo fe en que (las exhortaciones) serán atendidas o que ya están atendidas”, dijo Añorve Baños.
Afirmó que él, la militancia y los simpatizantes que observan el proceso para tener una nueva dirigencia el próximo 18 de agosto, consideran que la elección debe servir para consolidar la unidad del instituto político, no la división.
El pasado viernes 28 de junio, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI eliminó la candidatura de Lorena Piñón, quien aceptó ser candidata de otro partido, el PAN, en 2015, sin que se tratara de una alianza con su organización política, lo que va contra los estatutos.
Piñón Rivera presentó un recurso ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria para proteger sus derechos político-electorales, ya que además de eliminar su candidatura, también se resolvió expulsarla del instituto político. Señaló que su siguiente paso será acudir al Tribunal Federal Electoral para continuar con los trámites correspondientes.
Por lo anterior, en la contienda sólo quedaron dos fórmulas para la dirigencia priista, la integrada por el exgobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano Austria, y la de Ivonne Ortega Pacheco, exgobernadora de Yucatán, y José Encarnación Alfaro Cázares.
De acuerdo con la convocatoria, ambas fórmulas desarrollan sus campañas de proselitismo, las cuales concluirán el 9 de agosto.
El 17 de julio y el 7 de agosto se enfrentarán en un debate, y la jornada electiva será el 11 de agosto. El 14 de agosto se efectuará el cómputo nacional, se hará la declaratoria de validez de la elección y se entregará la constancia de mayoría a los ganadores y, finalmente, el 18 de agosto tomarán posesión de la Presidencia y de la Secretaría General del partido.
Añorve consideró que esta elección debe ser una competencia normal de democracia interna y evitar que “lleguen muy elevados en cuanto a temperatura política”, porque eso no le conviene a un instituto político que no está en sus mejores momentos.
El senador por Guerrero recordó que al PRI no le fue bien en las pasadas elecciones para gobernador en Puebla, tampoco en Baja California; por lo que expresó que tiene la esperanza de que este proceso interno sirva para unir, no para dividir.
Finalmente, Añorve Baños dijo que todos los contendientes merecen respeto, pero que por encima de ellos están el partido y la unidad.
Preguntó: “¿Entonces, a quien le corresponde tener dialogo permanente, aclarar las dudas? Al árbitro, a la Comisión de Procesos Internos, llamarlos platicar, no solamente disipar cualquier duda, sino que, ante todas las descalificaciones, tratar de aclararlas de acuerdo con la convocatoria. Lo que queremos los priistas es un proceso en unidad y que no que provoque exactamente lo contrario”.