Por Obed Campos
Se llama Noé Chávez Montemayor, y lo apodan “El Charro”, porque es aficionado practicante al deporte nacional de los mexicanos y porque, los 150 taxis que operan para él, le dejan cómodas ganancias como para dedicar su tiempo libre a o que le de la gana.
Hasta ahí no habría ningún problema, si no fuera porque Chávez Montemayor no fuera el recientemente nombrado director de la Agencia Estatal del Transporte de Nuevo León, encargada, entre otras cosas, precisamente de eso, de verificar y regularizar el servicio que prestan los “autos de alquiler”.
¿Serán los intereses de “El Charro” los que lo mueven a emprender una cacería contra Uber, Didi o Cabifay?
Yo no lo puedo decir, pero ahí están los hechos: desde su llegada hace poquito al cargo, Chávez Montemayor ha emprendido una cruzada con agentes de la policía equipados con armas largas para perseguir y detener a cuanto auto parezca que da el servicio de “plataforma”, es decir, que parezca que jala para Uber, Didi o Cabifay.
¿A quien le hace el caldo gordo “El Charro”? Pues a las centrales charras, como la CROC y la CTM, y a los porros de estas que se han dedicado, desde que llegaron a México los decentes y modernos servicios de este sistema de taxis que pide uno por Internet, a violentarlos ilegalmente.
Cínicamente, aunque desvía a los policías que dejan de vigilar la ciudad para ayudarle en esta brutal persecución, “El Charro” niega que exista un operativo, y dice que han sido detenciones al azar.
Por qué no busca frenar y meter en cintura también a los camioneros que hacen y deshacen como si Monterrey no fuera una ciudad del siglo XXI, pero con esos autobuses urbanos, más se parece a una aldea de mitades del siglo pasado.
Otra cómplice que no quiere, quien sabe por qué, que llegue la modernidad al sistema del transporte de taxis se llama Julia Espinosa de los Monteros, y dicen que como diputada que ve el tema, ya fue “maiceada” y que por eso sus decisiones se inclinan a favor de los sindicatos. ¿Será?
MÁS DE LA SUEGRA INCÓMODA
En un capítulo más de la novela por entregas que se ha convertido el drama periodístico que ha revelado los andares de la suegra del gobernador Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, y sus altísimos aumentos de sueldo, pues resulta que la dama no puede tener 24 años de antigüedad como empleada del Gobierno del Estado, donde cobra la friolera de 67 mil pesos mensuales.
El periodista Víctor Badillo retomó la investigación que sacó a relucir la semana pasada el periódico El Norte, en el que se revelaron los escandalosos aumentos de sueldo que María Teresa Martínez Galván, o “Doña Tere”, ha gozado como empleada “desconocida” de Seguridad Pública del Estado y resulta que la dama ha sido regidora en dos ocasiones en el municipio de Santa Catarina, primero del 2003 al 2006, cuando era alcaldesa Irma Adriana Garza Villarreal, y posteriormente del 2012 al 2015, cuando el panista Víctor Pérez era el presidente municipal.
En ambos períodos “Doña Tere” representó al PRI en el cabildo de ese municipio y el periodista Badillo hizo públicas ayer las copias de la nómina y otros documentos, que demuestran que Martínez Galván al menos cobraba en ese municipio del área conurbada, por lo que si al mismo tiempo era empleada estatal, pues… Ahí juzgue usted.