Por Eloy Garza González.
Estoy seguro que AMLO no quiere reelegirse. Esa es una de las pocas certezas que guardo de su presidencia. También estoy seguro que la mayoría de los mexicanos no creen esa hipótesis dolosa de la reelección de AMLO. Hay problemas políticos más graves (porque esos sí existen), que ponen en riesgo al país entero.
Sin embargo, me parece una broma innecesaria de AMLO firmar ante notario su voluntad de no reelegirse. Francamente está de más. Los notarios no son garantes de la democracia. Dan fe de muchas cosas, pero no de las intenciones ocultas o públicas de un mandatario. Eso sí no pueden hacerlo.
Ayer, la cuenta en Twitter del INEHRM, un órgano descentralizado que se encarga de investigar la historia de México (hay de todo en la burocracia), resaltó la firma ante notario de AMLO, donde promete que no se reelegirá. Yo volví a opinar en un tuit que los notarios no expiden certificados de garantía anti reeleccionista.
Entonces Pedro Salmerón, director general del INEHRM, un buen historiador que ahora es funcionario público, me respondió en Twitter que yo comentaba idioteces. Por ende, yo era un idiota. Sin duda, fue un exceso por parte de Pedro. Peor porque, acto seguido, me bloqueó de Twitter.
El bloqueo de Pedro me entristeció porque yo aprendí en su cuenta de Twitter muchas lecciones de historia patria. Sobre todo de la vida de Pancho Villa. Además, si bien suelo ser crítico de AMLO, también trato de ser ponderado en mis análisis sobre el Presidente y en la medida de lo posible, objetivo.
Yo le pido a Pedro Salmerón que madure. Que reflexione que yo no merecía que me bloqueara de su cuenta de Twitter. Todos podemos opinar y debatir sin ofensas, sin groserías y sin censuras infantiles. El enemigo, Pedro, está en otra parte. Y recuerda que no conviene ser tan impulsivo. Es malo para la salud, física y mental.
@eloygarza