Aún y cuando el Estado de Nuevo León niega el que lleguen cada vez más migrantes ilegales a tierras regias, las casas de apoyo para este tipo de personas reportan que es todo lo contrario y no hay quien les “eche la mano”.
El abandono de migrantes procedentes de Estados Unidos y el bloqueo del “sueño americano” ante la llegada por miles, han ocasionado que las casas de apoyo a los indocumentados se encuentren rebasadas, así lo reveló el padre Luis E. Villarreal de la Casa Nicolás, en Guadalupe.
El clérigo dijo que sigue faltando una política pública integral para que estás personas puedan acceder a un trabajo para subsistir con sus familias y no ser caldo de cultivo para la delincuencia. Además de que dijo que ya le pidió al gobierno de Jaime Rodríguez “no dar declaraciones a la ligera” y no aplicar acciones policiales cuando se deben implementar medidas sociales.
Poco más de 300 personas están llegando diariamente a la casa INDI donde familias enteras de personas migrantes aseguró José Jaime Salinas, coordinador de este centro de apoyo. Y se le suman entre 200 y 300 personas que duermen en los alrededores del refugio debido a los regresos de quienes se entregan para continuar con el proceso de permisos de estadía en Estados Unidos desde México.
“Los dejan a su suerte, los mandan para México, y acá el Instituto Nacional de Migración los sube a autobuses sin logotipos ni identificación, con chófer sin identificar, y les dicen que los llevarán a un refugio, pero los dejan en la calle cerca de iglesias, casas de apoyo, o la Central de Autobuses, porque en las ciudades fronteriza de Tamaulipas ya están hacinados y aquí va a pasar lo mismo”, apuntó Salinas.
Comentó que en el pasado ofrecían 500 cómodas y ahora van hasta 2 mil por ello piden apoyo al sector empresarial para poder atender a las personas que diariamente arriban a este lugar.
En Casa INDI son siete de cada 10 migrantes quienes prefieren regresar de a su país antes que continuar con el proceso para su estadía o su refugio en los Estados Unidos, lo que genera otro problema al gobierno estatal y federal, así como a las organizaciones civiles, “¿Cómo se regresan si no tiene ni un centavo?, y serían mínimo 1,500 pesos por persona”.
Demandó el apoyo del Gobierno Estatal y del Federal, pues tienen un pobre protocolo de actuación, además de criticar la forma en que cambió el manejo del tema ante la amenaza arancelaria que mantiene Estados Unidos con México.
“Dice el canciller Ebrard que aquí está todo tranquilo, que ya hay trabajos, pero lo invitamos a que venga y vea. También dice que hay un tercer país refugio, que es Canadá. ¿Por qué no exigen que manden a las personas para allá? Porque los tiene pendientes de que apliquen aranceles y ya el gobierno hace lo que les digan. La Guardia Nacional la estrenamos cerrando la frontera sur. De ese nivel está la cosa”.