Los líderes del Grupo de los Siete (G7) se congregaron este domingo por segundo día en la sureña ciudad francesa de Biarritz centrados en la seguridad global, economía, comercio internacional y el inesperado arribo del canciller iraní Mohamamd Javad Zarif.
Después de la cena informal con que comenzó el sábado su 45ª cumbre, los jefes de Estado y de gobierno de los siete países más industrializados del mundo dieron comienzo este domingo a su primera sesión de trabajo en el centro de congresos de Bellevue poco después de las 09:30 horas locales (07:30 GMT).
En su calidad de anfitrión del encuentro, el presidente francés Emmanuel Macron dio la bienvenida a los líderes de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Italia, Alemania y Japón, países miembros del G7.
El canciller iraní llegó al aeropuerto de Biarritz para reunirse con su par francés Jean-Yves Le Drian y el presidente Macron invitado por este mismo y no por el G7, aclararon fuentes oficiales citadas por Europe1.
El mandatario había indicado que Macron informó a la prensa que los países del G7 le han encomendado que “hable y dirija un mensaje a Irán” sobre el acuerdo nuclear en riesgo de desaparecer tras la decisión de Estados Unidos de abandonarlo el año pasado.
“Todo el mundo quiere evitar un conflicto, Donald Trump ha sido extremadamente claro en este punto”, señaló Macron en declaraciones a la cadena La Chaîne Info (LCI).
Pero Trump aclaró a la prensa que no hay un acuerdo grupal todavía sobre Irán. “No, no he discutido de eso”, dijo enfático, contradiciendo a Macron.
Respeto a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, se espera que se trate de convencer a Trump para que “deje de usar los aranceles como una herramienta política”, ante las acciones adoptadas en su guerra comercial contra China, según las fuentes.
El propósito es buscar mecanismos para evitar la desaceleración de las grandes economías afectadas por la incertidumbre de la guerra comercial y la salida británica de la Unión Europea, proceso que sigue sin acuerdo y podría darse sin un documento al respecto, señaló un despacho de la agencia Kyodo.
Pero el jefe de la Casa Blanca aseguró a la prensa internacional que los demás miembros del G7 no le han pedido que frene la guerra comercial con China. “Nadie me ha dicho eso”, respondió, ante las versiones de que sus aliados del G7 le han presionado para que ponga fin a la tensión con el gigante asiático.
El mandatario estadunidense confirmó que previo a la reunión del G7 sostuvo un encuentro bilateral con el primer ministro británico Boris Johnson en el que examinaron cómo va el Brexit y reiteró su promesa de un acuerdo comercial para después de que Reino Unido abandone la Unión Europea.
Johnson resaltó que hay “enormes oportunidades para Reino Unido en el mercado estadunidense”, las cuales actualmente su país no puede aprovechar, por cuestiones políticas, según un reporte de la cadena británica BBC.
Sobre la posibilidad de que Rusia se reintegre al grupo de las principales economías globales, Trump simplemente contestó que ello es “ciertamente posible”.