Un fenómeno muy preocupante en el país es el de los niños reclutados por los grupos criminales. Las causas por las que se unen son diversas, pero más allá de una vida ostentosa y llena de emociones que supuestamente les espera, se encuentran convertidos en esclavos, afirma la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
“Juanito Pistolas”, el más reciente caso
El pasado martes 27 de agosto, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, se reportó la muerte de un menor de 16 años, durante el enfrentamiento entre policías estatales y civiles armados que dejó 7 muertos. Fue identificado como alias “Juanito Pistolas”, presunto integrante del Cártel del Noreste (CDN).
De acuerdo con el noticiero En Punto, de Televisa, tal era la fama de “Juanito Pistolas” o “Comandante Chikilín”, un menor de 16 años originario de Tamaulipas, que ya contaba con canciones escritas en su honor.
Su muerte fue comentada en redes sociales por su crudeza. Tras un tiroteo entre policías estatales y civiles armados, el cuerpo del joven quedó sin cabeza.
Reclutamiento de niños por el narco repuntó en 2006
El reclutamiento de menores por parte de grupos de la delincuencia organizada no es nuevo. Juan Martín Pérez García, director REDIM, señala que se incrementó desde 2006, cuando el gobierno federal inició su lucha contra el narcotráfico.
“Los grupos criminales tenían en aquel momento efectivos para controlar los plantíos o temas de seguridad de sus líderes, pero se vieron forzados a incrementar el número de elementos”.
Para evitar que se conviertan en líderes o testigos protegidos, los mismos cárteles los matan
Organizaciones como el Cártel del Golfo han reclutado a menores, como los estadounidenses Rosalío Reta y Gabriel Carmona, responsables del atentado con granadas al bar “El Punto”, en Nuevo León, en mayo de 2006.
También está el caso de Edgar “N”, conocido como “El Ponchis”, reclutado por los Beltrán Leyva, en Morelos.
“Los grupos criminales no quieren formar nuevos líderes criminales. Si llegan a tener cierta trayectoria delictiva, los propios grupos criminales los asesinan porque se convierten en testigos».
Los menores tienen escasas o nulas formas de escapar
Para un menor reclutado por una organización criminal las oportunidades de escapar son pocas.
“Un niño, una niña que está vinculado a un grupo criminal será expuesto a hechos de violencia extrema, posiblemente, y con toda seguridad a violencia sexual o violaciones, por supuesto también a cometer delitos, a consumir sustancias […]. Se maneja en Naciones Unidas también que el reclutamiento de niños y niñas es una esclavitud moderna”.
Con información de En Punto.
Fotografía: Noticieros Televisa