Por José Jaime Ruiz.
¿Cuánto tiempo podría durar el directivo de FEMSA, José Antonio Fernández Carbajal, sin acudir a Palacio Nacional a conversar con el presidente Andrés Manuel López Obrador? Hasta que se lo ordenara Eva Gonda de Rivera, la mujer más rica de México, cuya fortuna sólo es superada por Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas Pliego y Alberto Baillères.
El encuentro fue político. Hay que recordar las palabras de Andrés Manuel en abril de 2016 en Tamaulipas donde aseguró, refiriéndose al gobernador de Nuevo León en principio, Jaime Rodríguez Calderón, que los candidatos independientes eran financiados por “los traficantes de influencias de México”.
Más aún: “Quien maneja la franquicia de los independientes es el Diablo, quien es el dueño de la franquicia de los Oxxos, es el que está impulsando a todos los independientes y paga una campaña en mi contra”.
Ahí se profundizó en el distanciamiento entre López Obrador y el Diablo Fernández, quien convenció o trató de convencer al llamado Grupo de los Diez regiomontano para acabar con la candidatura de AMLO y apoyar a Ricardo Anaya. Fallaron. Recientemente se buscó utilizar al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey para crear una escuela de cuadros políticos que atajaran, en el 2021, la llamada Cuarta Transformación. El distanciamiento se tensó.
Por eso, después de la reunión entre el Diablo y el Peje, FEMSA distribuyó un comunicado interno –en realidad externo– donde Fernández Carbajal trata de limar asperezas: “El encuentro fue a solicitud mía y… tuve la oportunidad de expresarle la importancia de mantener un diálogo permanente, en el que se pueda conversar con franqueza, identificando coincidencias y manifestando, siempre con respeto personal e institucional, diferencias de puntos de vista”.
Y sobre la escuela de cuadros opositora a la 4T:
“Subrayé el compromiso del Tec de Monterrey para que, a través de la formación de líderes y emprendedores que impacten positivamente en su entorno y en la sociedad, se alcance el florecimiento humano”.
La política opositora, al menos en discurso, quedó atrás. ¿Se vino abajo la relación Coparmex-Tec? ¿Qué pasará con “Alternativa por México”? ¿Qué dirá Gustavo de Hoyos, en su próximo editorial en redes sociales, sobre la reunión de Fernández Carbajal y López Obrador?
El encuentro fue económico: Lo de la inversión es cuento chino. Como quiera iban a realizarla. ¿O acaso van a invertir más de lo proyectado?
“La compañía hará inversiones en México en 2019, 2020 y 2021 por 61 mil 876 millones de pesos, lo que significará la creación de 41 mil empleos directos en estos tres años. Asimismo, que la empresa tiene una cadena de valor integrada por casi 41 mil proveedores en el país”, dice el comunicado de Fernández Carbajal.
Coca-Cola Femsa, Oxxo, Oxxo Gas y sus farmacias le permiten al grupo este crecimiento. Desde hace un año tienen esta proyección, según informó en su momento Forbes: “El negocio más importante es la cadena de tiendas de conveniencia Oxxo, que cuenta con 16,000 locales en todo el país y abre una unidad cada ocho horas…”.
Hoy, en Excélsior, Alicia Salgado apunta sobre el encuentro con López Obrador: “…ayer se reunió con el presidente de FEMSA, José Antonio Fernández. Se dice que lo provocó el anuncio del Presidente de que lanzaría una campaña mediática contra el consumo de comida chatarra, pero en realidad, él está más interesado en conocer a detalle la impresionante penetración de las redes de distribución como la de Kof de FEMSA para llegar a todos los municipios del país. Eso tiene más lógica porque es un inversionista del tamaño de Carso”.
Pues no, el encuentro fue político, como ya se vio, pero también económico y eso de las “redes de distribución” es pura distracción. En realidad Oxxo distribuye un gran porcentaje de comida chatarra en el país y hectolitros y hectolitros y hectolitros de cerveza (por eso ya dejaron entrar al Grupo Modelo). Cualquier campaña mediática del Gobierno de la 4T contra estos dos anteriores tipos de consumo, le pegaría al mayor negocio de la familia de Eva Gonda y sus hijas.
Cuando el negocio puede ser dañado, las diferencias se “superan”. Por eso el encuentro con Andrés Manuel, por eso el Diablo Fernández tuvo que soportar la presencia de Alfonso Romo en la reunión, a pesar de los desencuentros familiares y el desprecio que se le tiene, por los herederos de la familia Garza Sada, en Monterrey.