Por Obed Campos.
Yo no sé en qué Nuevo León dice que vive el gobernador Jaime Rodríguez Calderón (quien ya no quiere que le digan Bronco) pero el estado pacífico que él pinta sólo puede existir en su imaginación.
Es que ayer se voló la barda y al presidir el evento de celebración del Día del Policía, con elementos de Fuerza Civil, aunque Rodríguez Calderón admitió que en el estado existe una incidencia delictiva aseguró que no ocurren más que 70 delitos a diario.
“Los números no mienten, los números son fríos siempre. No rebasamos casi nunca los 70 delitos por día en una sociedad en la que vivimos 5 millones y medio de ciudadanos. Solamente tenemos máximo 70 delitos por día, pero los políticos que quieren aspirar a condiciones mejores todos los días critican el trabajo extraordinario que hacen las fuerzas policiacas. Ustedes son quienes hacen estos grandes resultados”, dijo Jaime.
Pero se sacó de la manga el remedio y el trapito anunciado que le va a inyectar 260 millones de pesos al rubro de seguridad y adelantó que les va a aumentar los sueldos a los policías estatales.
Pero los números son fríos.
Datos del Semáforo del Delito, ese instrumento que maneja Santiago Roel, arrojan que, frente al año anterior, Nuevo León registró un aumento del 72% en el delito de homicidio, esto nada más durante el primer semestre de este año 2019.
Solamente en el municipio de García, bastión político del ahora ex Bronco, durante el mes de agosto, se cometieron 10 homicidios dolosos del total de los 88 acaecidos en el estado durante ese mes.
Y, por si fuera poco, en nuestro Nuevo León, el real, no el de Broncolandia estamos en el cuarto lugar en índice de feminicidios con 32 incidencias, entre los meses de enero y julio del presente año.
Así que ¿cuál paz?