La cifra de muertos por los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y cocaleros simpatizantes del expresidente boliviano Evo Morales en la ciudad de Sacaba, en el departamento de Cochabamba, aumentó a nueve, informó el representante de la Defensoría del Pueblo, Nelson Cox. Cuatro de los heridos fallecieron entre la noche del viernes y la madrugada del sábado en el Hospital Viedma, mientras los cuerpos de cinco cocaleros que murieron la víspera en Sacaba fueron trasladados este sábado al Instituto de Investigación Forense (IDIF) para identificar las causas de su deceso. Todos los fallecidos tienen heridas letales en la cabeza y el pecho, al igual que muchos de los heridos, dos de los cuales fueron reportados con muerte cerebral, precisó Cox, citado por el diario boliviano Los Tiempos.
El enfrentamiento entre la Policía y el Ejército bolivianos con manifestantes contra el gobierno de la presidente interina, Jeanine Áñez, en la ciudad de Sacaba (Cochabamba) se saldó con más de 115 heridos y unos 220 detenidos. Hasta la noche del viernes se había confirmado el deceso de cinco cocaleros que formaban parte de las movilizaciones que pretendían entrar hasta la capital de Cochabamba en su marcha rumbo a La Paz en apoyo a Evo Morales.
El representante de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba denunció que no hubo enfrentamientos sino un “acto de represión”. “Hubo un acto de represión, no ha existido un enfrentamiento, (…) ayer ha existido una movilización que ha sido reprimida”, indicó al rotativo La Razón.
En conferencia de prensa, el comandante de la Policía de Cochabamba, Jaime Zurita, aseguró este sábado que entre los cocaleros había gente armada, incluso incautó a los manifestantes armas de fuego, bazucas artesanales y explosivos. Explicó que los cocaleros pretendían ingresar hacia Cochabamba de manera “pacífica”, pero la situación se salió de control. “Hemos recibido imágenes en las que se ve a los manifestantes con armas de fuego y escudos que se constituirán en pruebas para la investigación”, además un tanque militar recibió 11 disparos, agregó.
Los hechos tuvieron lugar en el puente Huayllani, en Sacaba, cuando las fuerzas de seguridad impidieron que los cocaleros avanzaran y llegaran a la ciudad, donde pretendían manifestar su rechazo al gobierno de Áñez y respaldar a Evo Morales, quien renunció el 10 de noviembre.
Bolivia es escenario de una crisis política y social que empeoró tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, después que Morales fue reelecto para un cuarto mandato, sin embargo, la oposición denunció un fraude electoral y exigió la renuncia del mandatario, quien finalmente renunció tras varios días de violencia.
Gobierno boliviano niega haber disparado a cocaleros
El ministro boliviano de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró que los disparos que dieron muerte a varias personas en Sacaba, en el departamento de Cochabamba, salieron de entre los manifestantes, al asegurar que los policías y los militares no tenían órdenes de disparar: “Tengo videos que prefiero no mostrar para no impactar y muchos de los muertos que tenemos confirmados tiene tiros en la nuca, ¿cómo pudieron recibir un tiro ahí?, ¿el compañero de atrás le disparó? Acá hay una mente macabra que está detrás y todos sabemos quién es”, dijo Murillo, reportó el diario local Página Siete.
El funcionario boliviano dijo que “no hubo orden” para que los policías y los militares dispararan en Sacaba, donde la víspera se registraron violentos enfrentamientos entre productores de coca de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba y fuerzas del orden que resguardaban el paso en el puente Huayllani. Los manifestantes querían cruzar el puente para una marcha pacífica hacia la plaza 14 de Septiembre y una posterior salida hacia La Paz, para protestar contra la mandataria interina Jeanine Áñez y exigir el retorno al poder de Evo Morales, quien renunció a la Presidencia tras acusaciones de fraude en las elecciones del 20 de octubre. “La orden que tiene la policía nacional y nuestros militares es que resguarden al pueblo, denle tranquilidad a la población, no les hagan puño en alto o juren por nosotros. Tenemos un mandato claro de la presidenta, que es que se les dé certidumbre a las personas”, agregó. “Hablamos con el fiscal general y le pedimos que sea absolutamente transparente la investigación”, apuntó Murillo. El gobierno interino de Áñez lamentó las muertes y convocó a una mesa de diálogo que se instalaría este sábado en la ciudad de Cochabamba, con la llegada del ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, de acuerdo con el diario local Los Tiempos.