Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, ha iniciado este 2020 con reuniones, por separado, con los principales miembros de su gabinete, así lo dan a conocer todas las columnas políticas de los medios impresos de Monterrey.
¿Para qué son las reuniones?
Para tratar temas prioritarios como infraestructura en escuelas, medio ambiente, transporte y penales.
El Bronco sabe bien cuáles son los problemas de Nuevo León, pero hasta ahora no ha sabido cómo resolverlos. Inclusive, lejos de solucionarlos, prefirió irse a su aventura en pos de la Presidencia de la República.
La educación en Nuevo León sufrió un deterioro enorme en lo que va del sexenio de Rodríguez Calderón. Nunca la educación estuvo tan mal y no es por los maestros, es porque la administración educativa fue una cesión que realizó el Bronco al grupo político de los Moreira de Coahuila.
El medio ambiente nunca estuvo tan deteriorado, algunos indicadores dicen que Monterrey es la ciudad más contaminada de América latina. Poco se hace para abatir los altos índices de contaminación y los infantes regios ya sufren los estragos en sus vías respiratorias.
El transporte es una tierra de nadie y quienes sufren son los usuarios que, a veces, tardan horas en tomar el transporte público. El trabajo y la educación se ven afectados porque el gobierno no quiere llegar a acuerdos con los concesionarios y hasta ya se habla de prestanombres para hacerse cargo de las rutas de movilidad ciudadana. El Metro, paralizada su Línea Tres y sin mantenimiento, es un desastre.
De la seguridad poco hay que hablar puesto que 2019 fue el peor año en homicidios en la historia de Nuevo León y, a como van las cosas, es posible que este 2020 sea peor.
La comunicación social del Bronco filtró a las columnas políticas que el gobernador, desde su estancia en García, Nuevo León, les leyó la cartilla a sus subalternos: el que no funcione se va. Y, sin embargo, los ciudadanos de Nuevo León desde hace años le leyeron la cartilla al Bronco: no funcionó y ahí sigue. Lo dicho, Rodríguez Calderón es un fiasco y lo que no fue, pues tampoco será.
