«Es tan emocionante como bailar con una hermana”
Yomero.
A pesar de que la caldera mantiene el asunto en ebullición, a los ojos de los espectadores todo es calma, una tensa calma, de que esas que dicen que “presagian tormenta”.
A pesar de que el 2020 es un año de definiciones políticas en Nuevo León (en el 2021 con las candidaturas sólo van a ratificar lo que acuerden este año), diese la impresión de que nada sucede, de que todo está tranquilo y en su sitio, pero no es así.
Así son los rounds de tanteo, aburridos y sosos. Los contendientes se estudian, hacen fintas y amagos simples, débiles, sólo para ver cómo reacciona el oponente; los más solo esperan, se quedan quietos, estudiando por dónde vendrá el ataque.
Las principales fuerzas políticas pelean palmo a palmo todos los espacios disponibles, (que para su infortunio cada vez son más pocos) y se van a dar a muerte para conseguir su propósito.
Panistas, priistas y morenistas, además de unos cuantos independientes, se disputan desde ya las candidaturas del 2021 para la gubernatura y las alcaldías y los amarres entre grupos de los mismos partidos son la mar de interesantes, aunque no siempre con el mismo nivel de compromiso y eso hace el guiso mucho más sabroso.
Ayer Héctor Gutiérrez de la Garza me comentaba que en el caso del PRI tienen un plazo final para ponerse de acuerdo y este es marzo, antes de que el tiempo y otros factores compliquen la unidad con un solo propósito: ganar.
Lo mismo ocurre con los otros partidos, tienen hasta Semana Santa y poco más para delinear sus perfiles y tomar una decisión; si no lo hacen así, todo se les enredará.
¿Seguirán peleando de tanto todo este tiempo o algún desesperado se lanzará a la carga y obligará a fajarse de verdad a los demás? Cuestión de esperar, pero ah condenada espera, cómo es aburrida.
ftijerin@rtvnews.com