Los carabineros que golpearon a un joven en Puente Alto actuaron con evidentes fines punitivos e intimidatorios para castigarlo por manifestarse, consideró el INDH, por lo que decidió querellarse por el delito de tortura contra el cuerpo de seguridad.
“Redujeron violentamente a la víctima para luego aplicar fuerza desmedida en su contra mediante golpes de pie, puño y mediante el uso de sus implementos contundentes, lo que le causó diversas lesiones y una fractura costal”, subraya la acción judicial del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
“La brutal golpiza de la que hemos sido testigos es tremendamente grave”, señaló el jefe jurídico del Instituto, Rodrigo Bustos.
Desde que se conocieron las imágenes de la agresión, perpetrada por nueve uniformados contra el joven el 29 de enero, de acuerdo con el registro de la cámara de seguridad, el INDH trabajó en reunir los antecedentes del caso y entró en conversación con la familia de la víctima porque la madre ingresó una denuncia al sistema de denuncias habilitado en la página web del INDH.
Matías Soto, la víctima, fue perseguido hacia las 22:00 horas del 29 de enero por tres furgones de la 38 Comisaría de Carabineros en la comuna de Puente Alto, determinó el Instituto.
“Uno de los carabineros lo agarró por el cuello y aunque él intentó resistirse no lo logró, y el funcionario lo redujo tirándolo al suelo, momento que aprovechó para golpearlo con patadas, puñetazos y golpes de luma en diversas partes de su cuerpo”, relata el escrito presentado ante el Juzgado de Garantía de Puente Alto.
“Luego de unos segundos, se sumaron a la brutal agresión alrededor de ocho funcionarios más, quienes continuaron golpeándolo mientras él estaba totalmente reducido, en posición fetal y evidentemente disminuido y lesionado. Mientras era golpeado, uno de los funcionarios dio la orden de detener la golpiza porque ‘ya estaba muerto’, y se retiraron del lugar dejándolo tirado en el lugar”, añade.
El INDH detalló, además, que la legislación chilena incorpora el delito de tortura desde 2016 y lo considera tal cuando un empleado público provoca a una persona de manera intencional dolores o sufrimientos graves para castigarla, intimidarla o coaccionarla, o para obtener de ella información, declaraciones o confesiones.
“En el caso de la golpiza del joven de Puente Alto los requisitos se cumplen, pues se provocan graves sufrimientos (fracturas y daño psicológico), finalidad de castigar (por participar en manifestación), es claramente intencional y es cometido por agentes del Estado”, sostuvo el INDH.
