Mientras manejaba su camioneta, un hombre fue ejecutado a balazos y la mujer que lo acompañaba resultó herida ayer, al ser atacados por hombres armados que viajaban en un auto, al norte de Monterrey.
La ejecución fue reportada a las 20:50 horas afuera del motel La Casa de Mamá, ubicado en el cruce de las calles Cabezada y Muserola, en la Colonia San Bernabé o Fomerrey 113.
Socorristas de la Cruz Roja arribaron a las calles antes mencionadas y al revisar a la persona constataron que ya había fallecido, debido a los impactos por arma de fuego.
La víctima mortal fue identificada como Jaime Eduardo Belmares Martínez, mientras que la mujer herida fue identificada con el nombre de, Juana Griselda Adriano, quien resultó con un rozón de bala en la cabeza.
Asimismo, los paramédicos atendieron a una mujer la cual presentaba impactos por arma de fuego, fue llevada en la ambulancia al Hospital de Zona número 21 del Seguro Social.
Al lugar arribaron agentes de la Policía Ministerial del grupo de homicidios, Fuerza Civil y un grupo de Guardia Nacional, quienes iniciaron las investigaciones del caso.
De acuerdo con las primeras investigaciones del caso, la pareja se desplazaba en una camioneta marca Ford Edge color negra, placas STX 4366 del estado, y eran perseguidos a balazos por sus ejecutores.
Se dijo que el conductor de la camioneta en color negro, iba por la calle Cabezada de norte a sur a exceso de velocidad, momentos después y tras los impactos de arma de fuego, el hombre se impactó contra una camioneta que se encontraba estacionada afuera del motel antes mencionado.
Los asesinos tras cometer la agresión a balazos, se dieron a la fuga a toda velocidad, sin que las autoridades supieran de su paradero hasta el momento.
Un grupo de elementos del departamento de servicios periciales de la Fiscalía General de Justicia acudieron a la escena del crimen, donde recogieron como evidencia diversos casquillos de arma corta.
Agentes ministeriales del grupo de homicidios se entrevistaron con algunas personas, esto con la finalidad de obtener más información de los agresores.
También buscaban en los negocios aledaños cámaras que pudieron grabar los hechos violentos, ocurridos la noche del jueves al norte de la ciudad.