Los precios tan bajos de las gasolinas en México le quitó al gobierno federal la posibilidad de meter mano en la fijación de precios de combustibles automotores.
Analistas del sector energético aseguraron que la reducción de precios no obedece a una decisión gubernamental, sino que responde a las fluctuaciones del mercado internacional de los combustibles y del precio del petróleo crudo.
Alejandro Montufar, CEO de PetroIntelligence, empresa especializada en seguimiento de precios de combustibles, indicó que «como están los niveles de los precios internacionales y el hecho de que el gobierno federal está cobrando el IEPS máximo, ya no puede intervenir. Su facultad de calibrar se acabó en el momento en que están cobrando el IEPSmáximo».
Es decir, subrayó, «el mercado se movió tanto que ya no permite a las autoridades gubernamentales meter mano».
Hasta antes de la debacle de los precios estuvo interviniendo el mercado, «pero ahorita ya no».
Podemos incluso decir, que por primera vez desde que se implementó la Reforma Energética, el mercado de los combustibles está operando a plena libertad. Está liberalizado.
El especialista consideró que los precios podrían estar más bajos, pero los importadores y los comercializadores -que operan con permisos otorgados por la Comisión Reguladora de Energía-, no están trasladando la totalidad de los ahorros ni al gasolinero ni al consumidor mexicano.
Hemos detectado, agrego, que estos agentes están han aumento hasta el 100% su comisión para traer gasolinas y diésel importado.
Montufar indicó que en las condiciones actuales todos los agentes participantes del mercado están buscando sacar el mayor provecho, mayores ganancias, por lo que el ahorro que pudiera tener el usuario no se ve reflejado al momento de pagar por las gasolinas y el diésel que consume.
Ramses Peche, especialista en temas energéticos y socio de la firma de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects. Caraivas explicó que los cambios en los precios de los combustibles «no obedecen a una decisión administrativa», dependen principalmente de variables del mercado mundial con base al costo del petróleo.
En México, añadió, alrededor del 75% de la demanda nacional de gasolinas y diésel es cubierta con importaciones, compras externas.
Esto nos hace depender de los costos de refinación del lugar de donde provienen las importaciones, el cual depende a qué precio compró el crudo para introducir en la refinería, como es el caso de Estados Unidos, que es la fuente principal de combustibles importados para México.
En estas condiciones, agregó, dependemos tanto del precio de referencia más la logística para que llegue a puertos, vía terrestre por pipas o ferrocarril.
Al 22 de marzo, según PetroIntelligence y la CRE, el precio promedio de la gasolina Magna es de 16.97 pesos por litro, el de la Premium es de 18.35 pesos y el del Diésel es de 19.66 pesos, lo que representa una reducción de 2.43 pesos menos en la Magna respecto del promedio de febrero, 2.15 pesos menos en la Premium y 1.36 pesos menos en el Diésel.
No obstante, hay gasolineras en el municipio de Juárez en Chihuahua en donde la Magna se vende en 8.64 pesos por litro, pero también estaciones de servicio en el estado de México en donde prevalecen precios sumamente alto -21.50 pesos por litro-.