La mezcla mexicana de exportación (MME) registró una nueva caída al cierre de este lunes, a pesar de que los contratos de referencia estadounidense y europeo vieron avances en la jornada de hoy.
El barril mexicano cedió 2.85% este lunes, al pasar de 15.78 a 15.33 dólares por barril, según cifras de Pemex. La cifra es la segunda más baja en lo que va del año, sólo superada por la vista el 18 de marzo, y aún se encuentra en mínimos de 18 años.
La referencia del MME no siguió las ganancias que presentaron el WTI y Brent en la jornada de este lunes, mientras que los contratos de gasolinas al mayoreo se desplomaron 32%, ante la perspectiva de una menor demanda mundial por los efectos del coronavirus.
Los futuros del Brent subieron 5 centavos a 27.03 dólares por barril, mientras que los futuros del petróleo West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos para entrega en mayo ganaron 73 centavos, o 3.2%, a 23.36 dólares por barril.
Ambos referenciales se negociaron en territorio negativo hasta casi el final de la sesión y el crudo en Estados Unidos escaló 5% en las operaciones posteriores al cierre regular del mercado.
Los futuros de la gasolina en Estados Unidos, el principal consumidor del combustible, cedieron un 32% a 0.41 dólares por galón, la cifra más baja jamás registrada.
«No hay nadie conduciendo, no hay negocio. No hay nadie que necesite gasolina, y no solo eso, esto podría empeorar mucho», dijo Bob Yawger, director de futuros de energía de Mizuho en Nueva York.
La destrucción de la demanda causada por la pandemia del coronavirus ocurre mientras el mercado lidia con una inesperada guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita, luego del colapso de la alianza OPEP+, lo que ha inundado al mercado con suministros.
El exceso de oferta es tan extremo que los reguladores en Texas consideraron frenar la producción allí por primera vez en casi 50 años. Estados Unidos planea enviar un representante especial a Arabia Saudita para trabajar con el reino en la estabilización del mercado petrolero mundial, dijeron el viernes funcionarios estadounidenses.
Los banqueros, analistas y productores están recortando las previsiones de demanda a diario, con números que fluctúan en torno a una pérdida de unos 10 millones de barriles por día. La demanda petrolera caerá este año en 2,8 millones de bpd, el mayor desplome anual en casi cuatro décadas, según estimaciones de analistas de Morningstar.