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Por Félix Cortés Camarillo

Vendo mi tristeza en

un papel de noticias que no sé leer…

Timbiriche, El Pregonero

            Hasta hace poco yo me había atenido a la definición de cinismo que me enseñaron en la Preparatoria del Colegio Civil de Monterrey; era la escuela fundada por Antístenes, discípulo mucho más radical que su maestro Sócrates, que andaba con sus propios discípulos por las ágoras griegas exponiendo y condenando los vicios sociales de sus paisanos. En estos días me doy cuenta de que es mejor la otra definición: «actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación». Con ella me quedo.

            «Soy Carlos Pozas, reportero de Petróleo y Energía» se presentaba en los primeros sermones matinales del presidente López para hacer preguntas despatarradas a modo del discurso que Andrés Manuel tenía preparado y que le valió el mote de Lord Molécula. Hoy tiene un portal en alguna de las redes llamadas sociales precisamente con esa identificación, la definición «el del moño» –por su corbata– y el moto: al que madruga le toca en la primera fila.

            Bien por el pregonero y su jefe, pero el primero se voló ayer la barda de tal manera que su jefe ni lo tomó en cuenta en la respuesta. El valiente reportero del petróleo comenzó denunciando la falta de unidad en México, donde «hay jaloneos por los recursos económicos y ambiciones personales». Cuando me despertaba esperando denuncias de falsedad en el gabinete presidencial, con nombres y apellidos, vino la andanada de generalizaciones sobre los traidores a la patria, que a saber somos: «los escribanos, los intelectuales orgánicos, los voceros, los divos, las divas, los teachers –qué envidia, Joaco–, los periodistas, los líderes de opinión, los empresarios, los políticos, los artistas, los intelectuales, los dirigentes sociales, los ex militares». Todos ellos jalan su propio mecate, dijo.

            Qué solo dejó al presidente López su pregonero. En esa soledad, válida en el sentido griego del cinismo, al presidente López no le quedaron en apoyo más que los sectores del PRI que bien conoce.

            «Los demonios están sueltos» dijo ayer el pregonero, mal citando al suicida Mario Ruiz Massieu, cuya frase completa en un discurso valiente en 1994 es: los demonios andan sueltos y han triunfado.

            El presidente López ni caso le hizo. Siguió con su tradicional y cacofónico discurso de que todo lo malo que hay en el mundo nuestro se debe a los de antes, que no son como los de ahora.

            Todo este templete para ocultar la realidad de que el secretario de Hacienda y Crédito Público informó  el día anterior al dócil Legislativo que sus predicciones económicas para este año son de un decremento de 3.9% en el curso de nuestra economía.

            No estoy de acuerdo, dijo en su sermón el presidente López.

            Pues a eso hay que atenernos.

PARA LA MAÑANERA, porque ahora menos puedo entrar, especialmente sin tapabocas, ni de la mano de Susana Distancia.- Con todo respeto, señor Presidente: ¿Por qué se suspendieron por extraña razón todos los sorteos de la Lotería Nacional para la ASISTENCIA PUBLICA hasta el 30 de Abril sin mayor explicación?  El último Melate en el que me jodí, fue el domingo 29; el Sorteo Mayor 3751 de Lotenal se cantó el 31 de Marzo ¿Qué pasó con la Lotería Nacional, o qué va a pasar con ella? ¿Y la rifa del avión presidencial?

felixcortescama@gmail.com

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// Félix Cortés Camarillo

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Autor: Félix Cortés Camarillo
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