Tras el aumento exponencial de contagios a causa de COVID-19, el legislador, Samuel García Sepúlveda, presentó una iniciativa para aumentar la pena por transmisión dolosa de enfermedades, es decir, endurecer el castigo a quienes intencionalmente contagien a otros, como sucedió en el caso de un funcionario en Oaxaca.
«Se trata de una reforma al 199-Bis del Código Penal Federal que tiene por objeto aumentar las penas del delito de peligro de contagio, para pasar de tres años de prisión y hasta cuarenta días de multa a cinco a diez años de prisión y de cien a trescientos días multa», detalló García Sepúlveda.
Dicha iniciativa, también establece como agravante la omisión de recomendaciones de autoridades sanitarias nacionales u organismos internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, como forma de consumación del delito.
«Este tipo de conductas dolosas que pueden ocasionar más muertes por el contagio, no pueden ser permitidas en el país durante esta crisis. Tienen que ser castigadas con una pena más grave», señaló el legislador.
Cabe mencionar que nuestra legislación penal, contempla mecanismos sancionatorios para castigar la transmisión dolosa de enfermedades venéreas u otras.
En tanto, en México sólo Nuevo León, Durango, Veracruz, Ciudad de México y Quintana Roo Castigan este acto.
Por último, las penas varían en las entidades antes mencionadas, y van de los tres meses a cinco años, y en el caso de Durango hasta 10 años por transmisión de enfermedades incurables.