Por Eduardo Campos Sémeno
Diario del Coronavirus 060. 14 de mayo de 2020
4,427,704 infectados confirmados
301,711 muertes reportadas
Medianoche
Con todo lo que ha avanzado la ciencia, con lo que existe de comunicaciones, con la apertura informativa en el mundo que ha traído el internet y las redes sociales, con todo y eso a mi me parece increíble que 60 días después, todavía no pueda haber un consenso de si es el aislamiento o es la apertura lo que nos sacará adelante de la pandemia.
En estos días, hemos estado expuestos a diferentes y contrarios puntos de vista de personas que tienen credenciales o son tan convincentes, que de pronto nos encontramos estando de acuerdo con ambos bandos, y eso no puede ser.
Sale el gurú de las epidemias de Estados Unidos, Anthony Fauci, a comparecer en video ante senadores y asegura que una apertura temprana en su país podría traer una ola infecciosa mucho peor que la que ya han vivido. Con sus datos y viniendo de él creemos que tiene razón, hay que seguir encerrados.
El antipático, pero muy famoso comediante, Bill Maher, difunde un video que se hace viral hasta en México porque tiene subtítulos en el que dice, con mucho razonamiento lógico, que no podemos desinfectar el universo, que siempre hemos vivido entre bacterias, microorganismos y virus, que lo que ha salvado a la raza humana es su sistema inmunológico que aprende a neutralizar esos patógenos y que es el contacto humano, no el aislamiento, el que propaga esa inmunidad. Tiene razón, pensamos, debemos abrirnos para que la naturaleza haga su trabajo.
Luego leemos una nota de La Jornada que indica que al gobierno chileno le falló su modelo de “cuarentenas dinámicas” y que, ante los brotes de coronavirus, dictó una cuarentena absoluta a partir de mañana en Santiago de Chile y sus seis municipios colindantes para afectar a ocho millones de personas. Está duro eso, sí, mejor debemos guardarnos.
En ese vaivén de opiniones, creencias y emociones llegamos a dos meses de contingencia. Sesenta días de encierro para muchos, 60 días de escritura diaria para mi, 60 días perdidos para la economía, 60 días que hemos estado a salvo los que no hemos caído enfermos, 60 días muy malos para los que se infectaron y muy trágicos para los que perdieron la batalla y murieron, y sus familias.
El tiempo ha pasado para todos, unos lo han padecido más que otros, no creo que se pueda decir que alguien lo ha disfrutado. Para mí, lo que molesta es la incertidumbre, 60 días después no saber si vamos por buen camino, si estamos haciendo la correcto y qué se puede esperar de lo que viene.
Tanta información, tanta ciencia, tanta tecnología, y vamos para adelante dando tumbos, esperando lo mejor, pero sólo cuidándonos de lo peor, que parece ser lo único que podemos hacer.
Me da pena decirlo, pero 60 días después yo sólo tengo una certeza, una idea muy clara en estos tiempos: Si van a abrir los restaurantes, pero sigue sin haber cerveza, ¡ni para qué los abran! ¡Ja!
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