La diputada federal Mónica Almeida urgió al gobierno federal a implementar el ingreso vital único durante tres meses para todas aquellas personas que se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad y que con los estragos económicos de la pandemia por el COVID-19 quedarán aún más expuestos.
En un comunicado, indicó que en 2019, con la austeridad se lograron ahorrar 230 mil millones de pesos, por lo tanto, con esos ahorros se podría generar un ingreso básico vital para otorgar dos mil 058 pesos a todas las personas que se encuentran en pobreza extrema.
La reducción del ingreso familiar, advirtió la perredista, incrementará la debilidad alimentaria que tiene el país, pues «antes de la pandemia, México registró un 15 por ciento de menores de cinco años con desnutrición, 38 por ciento de bebés entre 12 y 24 meses con anemia y 36 por ciento de niños en edad escolar con sobrepeso, cifras que amenazan con incrementarse con esta pandemia«.
Asimismo, señaló que la representante en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Linha Pohl, consideró fundamental ampliar los apoyos gubernamentales para garantizar que los alimentos lleguen a quienes más lo necesitan, ello ante las diversas afectaciones de la pandemia al país y la existencia de poblaciones altamente rezagadas y vulnerables.
A su vez, la coordinadora de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Verónica Juárez, consideró que la «nueva normalidad», es una triquiñuela del presidente para ocultar lo que realmente está pasando en el país.
«El problema de fondo es que, para proteger sus intereses, su proyecto político y mantener su agenda, desde que inició la pandemia insistió en negarla», sostuvo.
Ahora, alertó la perredista, pretende también sacar rentabilidad política llamando a los municipios con menos contagios, que serán los primeros en reabrir actividades, municipios de la «Esperanza», en clara referencia a lo que fue el slogan de su campaña.
«El presidente sigue en campaña, en lugar de ponerse a gobernar para todas y todos los mexicanos», lamentó Juárez Piña.
A su parecer, la única manera en que se pueden revertir los efectos negativos que dejará esta emergencia, es sumando esfuerzos con todos los sectores sociales para implementar mejores alternativas que ayuden a reconstruir el sistema de salud pública, mejorar las percepciones del personal del sector salud, fortalecer la economía y apoyar a quienes crean empleo.
El presidente, concluyó Juárez Piña, «erró al minimizar la dimensión de la pandemia y lo hace ahora al apresurar la apertura de actividades cuando estamos entrando a un espiral cada más grande de decesos y contagios. El grave problema es que son las y los mexicanos quienes están pagando el costo».