Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
En estos días el secretario de Salud de Nuevo León, Manuel de la O, informó que el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón contempla contratar cajas refrigerantes para almacenar los cuerpos de los muertos, también aumentar la cantidad de crematorios. Apostarle a las defunciones y no a la vida es un craso error. ¿Por qué no incrementar las camas hospitalarias y los ventiladores?
La “justificación” de la macabra medida es que existe en el área metropolitana un repunte de la movilidad y también el riesgo de un rebrote de contagios por el Covid-19. El equipamiento para guardar cadáveres significa que el coronavirus ya superó a la administración del Bronco que ha sido incapaz de contener y mitigar la pandemia.
El Bronco tomó decisiones descabelladas, como restringir el uso del transporte público supuestamente para mitigar los contagios. El resultado fue catastrófico: una densidad de personas inadmisibles en una crisis sanitaria. La gente se apretujaba en los camiones y en el Metro. El gobernador de Nuevo León, por idiotez, provocó contagios. El Bronco y su secretario de Salud nunca entendieron la Fase 3.
Ayer murieron en el estado ocho personas por Covid-19 (pasó de 54 a 62), el total de casos positivos pasó de mil 479 a mil 592 (932 confirmados por el InDRE; 67 en hospitales privados y 593 detectados en laboratorios privados).
Evitando su responsabilidad por las aglomeraciones en el transporte público provocadas por las decisiones erróneas del Bronco, su secretario de Salud trata de trasladar la responsabilidad a los ciudadanos y su comunicación social provoca o trata de provocar más que miedo, terror.
“(El sábado) vi muchas personas que se relajaron, que no traían cubrebocas, haciendo
fila en depósitos para comprar cerveza… Ahorita hay 12 crematorios, pero
queremos hablar con los dueños de los panteones para que nos habiliten más.
“Queremos traer cuatro cajas refrigeradas para los cadáveres. Y que a lo mejor
es conveniente ponerlos en la Macroplaza, para que la población vea de que esto
me puede pasar”.
El
Bronco renunció desde hace mucho a representar a los nuevoleoneses, tampoco
aprendió a gobernar. Quejarse de la relajación de los ciudadanos es aceptar la
ineficiencia del gobierno, su derrota. El Bronco no pudo organizar a la
sociedad para combatir la pandemia, al contrario, provocó más contagios con la
aglomeración en el transporte público.
Las cajas refrigerantes no son una apuesta por la vida, son una apuesta por la
muerte. Ese es el Bronco, un tipo que administra la muerte, no la
sobrevivencia.
