Por Obed Campos
El blindaje que por muchos años gozaron los habitantes de San Pedro Garza García, Nuevo León, ya no llega ni a cerca de alambres.
Dos detalles delatan el fracaso de Miguel Treviño, el iluminado alcalde, en ese tema que a todos, aunque no vivamos en ese lujoso municipio, nos preocupa.
El primero, su criticado cierre con el pretexto del coronavirus mediante unos retenes que sirvieron para dos cosas.
Y el segundo, que todo el mundo se pregunta, es de qué han servido las millonarias inversiones en sistemas de vigilancia dizque inteligentes si San Pedro sigue siendo tierra de nadie donde no hay más ley que la de la selva.
El caso del matrimonio avecindado en Monterrey y que aparentemente fue secuestrado al salir de una notaría en San Pedro, puso en evidencia lo que ya se sabe: su sistema de vigilancia y prevención no da los resultados.
Los esposos Ismael Castillo Mendoza de 48 años de edad y Josefina Montiel Sánchez de 49 años de edad, desaparecieron, como ya dije, tras visitar una notaría, el 29 de enero pasado.
Sus restos fueron localizados en un paraje como a 100 kilómetros de Monterrey en el municipio de Montemorelos.
Fueron ejecutados de balazos en la cabeza y los cadáveres fueron quemados.
Extraña también que el hallazgo de los restos mortales se diera desde el 10 de abril, pero el personal de la Fiscalía no diera los resultados de las pruebas periciales sino hasta hace dos días, cuando la familia pudo al menos velarlos y darles cristiana sepultura.
Hay muchos cabos sueltos en esta investigación, si es que hay investigación.
Primero, no ha quedado muy claro qué trámite fueron a hacer a la notaría de marras en San Pedro.
Después, se supone que los capturaron con todo y su camioneta, de modelo reciente y en color rojo.
¿No tiene San Pedro un sistema sofisticado de cámaras por toda la ciudad que hayan logrado captar algo?
Ahora que, hablando de cámaras, si usaron la Carretera Nacional para ir a su cita mortal, abunda la vigilancia electrónica por toda esa vía hasta el municipio de Allende, donde se supone que cortaron camino.
De hecho en ese camino se atraviesa el C5, que es vigilado las 24 horas del día con un complejo sistema de cámaras.
Y el tema de la camioneta del matrimonio, se trata de una Hyundai Tucson roja, de muy reciente modelo.
Seguir las pistas, si es que hay voluntad, sería lo más fácil para los investigadores de la Fiscalía que encabeza Gustavo Adolfo Guerrero.