Por Obed Campos
Ni cinco minutos habían pasado que vi la foto en el muro de un amigo en Facebook, que si no fuera patética, al menos sería ridícula: Cuatro jóvenes, morenos ellos y ella (había una chava con ellos) saludando con la mano extendida al estilo nazi, con una bandera a sus espaldas con la suástica, la calavera y las dos “eses” de la “SS”.
Mi comentario me salió del alma: “Es que no saben que si Hitler hubiera ganado la guerra ellos serían jabón… y a lo mejor un par de botas”, escribí.
Y como dije, no habían pasado ni cinco minutos cuando me cayó el mensaje a mi inbox de Facebook: “Tu comentario infringe nuestras Normas comunitarias sobre lenguaje que incita al odio”… “Contamos con esas normas porque queremos que las conversaciones en Facebook sean respetuosas”.
Y deje usted, ni a quién reclamarle ni cómo defenderme.
¡Mira! ¿Ahora resulta que quien incita al odio soy yo y no los que glorifican a Hitler?
De los grupos nazis de petatiux, como deberían llamarse, tengo muchas noticias. En varias ocasiones he dado cuenta de sus ridículas posturas y sus ceremonias dizque oscuras que en la mayor parte de las veces termina en mala borrachera.
Operan aquí en México como Juan por su casa. En Monterrey hay políticos encumbrados (sobre todo del PAN) que están metidos en esos movimientos sectarios… Y por supuesto, juran y sueñan que van a conquistar al mundo.
Pero si quiere usted de veras documentarse en serio sobre el tema (y se los recomiendo también a los censores de Facebook) busque la obra de mi compa Juan Alberto Cedillo quien le sabe al tema y tiene varios libros publicados a ese respecto.
Cierro mi comentario con una duda: ¿No será que estos nazis de petatiux ya están operando como empleados de Facebook? Conste que es una simple y llana pregunta para los administradores de esa red social en México.
Porque la publicación ahí sigue y hay comentarios más sarcásticos que el mío.
Y ahora que, más apologistas del odio que los de la ridícula foto…