Por: Obed Campos
Los que llevan la cuenta de los muertos, los heridos, los enfermos y las pérdidas que ha dejado la pandemia en México, dicen que van 13 semanas o 67 días de confinamiento, con sus respectivas pérdidas en lo económico y sus consecuencias mentales, que, aunque lo nieguen, las hay, como el aumento en la violencia familiar.
Así, mientras la cuenta de los días va en aumento, también aumenta el número de contagiados y ya no causa tanta sorpresa, que, por ejemplo acá en Nuevo León, un buen número de periodistas y jefes de prensa terminaron infectados. Se puede decir que lo contrajeron, en el cumplimiento de su deber.
Oiga y como no ofenderse con el secretario de Seguridad Pública, Aldo Fasci Zuazua, quien antes de contestar unas preguntas a los reporteros en una entrevista “banquetera” les preguntó si alguno traía el Covid.
Como le digo, van 67 días de confinamiento y esto pinta para volverse 134, o 200 días, y todo porque (pleitos políticos aparte) la gente no entiende y no hace lo propio. Este domingo pasado pareció un domingo de la antigua normalidad.
Sobran los llamados a guardar las precauciones y a salir nada más que a lo indispensable, pero tal parece que la claustrofobia nos asusta más que el coronavirus.
Para colmo el rock star que tenemos como subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, (y que ya se la creyó que es rock star) Hugo López Gatell, más que prevenir amenazó que en las ciudades de Monterrey y Guadalajara viviremos una curva de contagios tardía allá por el mes de octubre… Como si el resto del país estuviera tan sano.
No, pues con esos pronósticos, preparémonos para vivir unas posadas organizadas por Susana Distancia.
