Por Francisco Tijerina Elguezabal
“La sátira es el arma más eficaz contra el poder: el poder no soporta el humor, ni siquiera los gobernantes que se llaman democráticos,
porque la risa libera al hombre de sus miedos” // Darío Fo
Grave
error de cálculo.
Se puede o no compartir la molestia
natural de don Andrés Manuel y su esposa porque en el fondo el
objeto del mensaje es su hijo y se puede discutir aún mucho más
porque se trata de un menor de edad, pero el problema no radica en
eso, sino en los mensajes y en el grave error de enfrentar a la risa,
el remedio que puede contra todo.
Actores, cantantes,
caricaturistas, han criticado al poder con humor desde siempre. ¿Cómo
no recordar a don Jesús Martínez “Palillo” que actuaba con un
amparo en la bolsa? Pero una cosa es que ellos se mofen del poder y
otra muy distinta el que desde el poder intenten reprimirles, porque
entonces los convierten en héroes.
“Chumel” Torres
puede ser discriminador, como lo es Eduardo Videgaray y lo son otros
muchos, de hecho la mayor parte de los mexicanos lo hemos sido en más
de una ocasión al jugar una broma que puede parecer inocente, pero
que en el fondo guarda mucho de eso que hoy se critica. Los
“prietos”, “indios”, “jodidos”, “nacos”, “chafas”,
“corrientes”. “pobres”, “incultos”, “Tigres”,
“Rayados”, “Pumas”, “Águilas”, cuando se citan con
menosprecio, se tornan en un acto de discriminación, de forma tal
que todos, todos, somos culpables.
Sin embargo el tema de
Chumel Torres ha escalado y hoy tiene repercusiones tan serias que
más que subirlo a un cadalso, lo han elevado a un trampolín y
plataforma en la que resulta sumamente fácil pensar se puede lanzar
a conquistar alturas insospechadas.
La incomprensible
decisión de HBO de cancelar su serie lejos de hacerle un daño al
chihuahuense le termina obsequiando la mejor de las promociones y
convirtiendo en una víctima.
Gracias a hechos ocurridos
en unas cuantas horas, “Chumel” Torres es hoy por hoy el “number
one” de los candidatos a la presidencia y “El Pulso de la
República” bien puede consolidarse en un movimiento o un partido
político de grandes, pero muy grandes repercusiones.
AMLO
y Morena no tenían, hasta hace unos días, una figura fuerte,
reconocida y consolidada, que les hiciera frente en los comicios de
2021 y la siguiente elección presidencial, pero solitos lo
encontraron, ellos lo formaron, no se pueden quejar porque es su
obra.
¿Qué no es cierto? Recuerden cómo Jimmy Morales,
un comediante de la TV, llegó a ser presidente de Guatemala hace
poco.
Si se vota con la emoción y no con la razón, es
necesario recordar siempre que se debe gobernar en sentido inverso,
con inteligencia y no con vísceras.
Si “Chumel” es
candidato, por la libre o con partido, será un verdadero dolor de
cabeza para el partido en el poder y el resto, ya lo
verán.
ftijerin@rtvnews.com