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Por Francisco Tijerina Elguezabal

“Sólo en un mundo de hombres sinceros es posible la unión.” // Thomas Carlyle

Lo primero que debería hacer Heriberto Treviño, el flamante dirigente del PRI en Nuevo León, es mandar comprar (si es que acaso le dejaron algunos pesos en algún cajón), una olla gigante, unos costales de harina y unas pipas con agua para preparar un cerro de engrudo que le hará falta para pegar los pedacitos que le quedan de partido.

Si para las elecciones del 2021 el escenario luce complicado para los tricolores, muchísimo más lo es el tratar de organizarlos con las luchas y disputas que se traen entre ellos mismos.

Sin un “primer priista” en el país o el estado, termina siendo bastante complejo el tema de unir las piezas fragmentadas porque no existe una figura que pueda llamar y exigir la famosa “disciplina partidista”, la de “estese quieto que calladito se mira más bonito”, aquella de “el sistema te podrá arrastrar y castigar, pero nunca te olvidará y al final te dejará vivir con algo”.

Heriberto tendrá forzosamente que dejar de ser “El Mudo” para convertirse en el más parlanchín de los políticos de Nuevo León. Tendrá que hablar con uno y con todos, sentarse a dialogar, a negociar, a apapachar y en su momento hasta que dar algún coscorrón, porque el tiempo corre en su contra y avanza rápidamente.

Si verdaderamente quiere dar resultados y que el PRI llegue fortalecido a junio del año entrante, Treviño debe realizar una labor titánica pegando con el engrudo y al mismo tiempo con un termómetro en la mano para ir midiendo la temperatura de cada actor, cada grupo, cada organización; no hay tiempo que perder, no puede tardar, tiene que avanzar cada día, cada hora, en cada encuentro y tendrá, forzosamente, también que decir que no y el punto aquí es saber a quién decirle que sí y a quién decirle que no.

¿Cómo convencer a quienes hoy lo critican y señalan de ser la avanzada de un grupo en particular? ¿Qué le ofrecerá a cambio de su adhesión?

El alcalde con licencia de Juárez tiene ante sí una posibilidad única de pasar a la historia como un héroe porque hay condiciones para una recuperación monumental, pero también está todo dado para ponerle un clavo definitivo a un ataúd. De él y sólo de él dependerá.

Para el PRI nacional la prioridad está en conseguir el mayor número de diputaciones federales y después en mantener si es posible sumar más de las ocho gubernaturas que hoy tiene de las 15 que estarán en disputa; después, mucho después, está el sostener la presencia en Congresos locales y Municipios, por lo que los tricolores de Nuevo León tendrán que rascarse con sus uñas.

Cada elección para cada cargo será distinta y eso tienen que tomarlo en consideración desde el dirigente nacional, Alito Moreno, y el resto de los militantes en el país; aquí no operan ni funcionan recetas únicas, por lo que no es válido cerrarse a posibles alianzas con otras fuerzas.

El año entrante cada voto, cada personaje, cada grupo, cuentan y cuentan mucho y es prioridad el tratar de alinearlos para estirar en el mismo sentido.

El reto de Heriberto Treviño en Nuevo León es unir las piezas para proyectar a un PRI fuerte, consolidado, con rumbo y con una oferta política confiable.

Para eso requiere el engrudo y ya va tarde para empezar a emplearlo.

ftijerin@rtvnews.com

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Vía / Autor:

// Francisco Tijerina

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Autor: lostubos
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