Por Félix Cortés Camarillo
Pero si yo ya sabía
Que todo esto pasaría…
Es muy poco probable que en el modesto equipaje que el presidente López lleve a Washington para una visita que no se sabe bien si es de Estado, de trabajo, o de campaña reeleccionista, incluya una copia de un libro que escribió en 2017, y que se llama “Oye Trump; propuestas y acciones en defensa de los migrantes en Estados Unidos”. A diferencia de otros temas, en los que Andrés Manuel ha seguido el tono belicoso del candidato, en la relación con el presidente de los Estados Unidos ha dado un vuelco de 180 grados.
Si en el libro de marras, que epilogó Elena Poniatowska, el presidente López afirmaba que “EPN calla ante Trump (y) nosotros decidimos enfrentar la xenofobia y defender a los migrantes”, el actual y repetido discurso del presidente es que la relación con Trump es cordial, amistosa y de gran respeto mutuo. Tal vez por eso, según ha informado el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, la Casa Blair no podrá alojar al presidente de México a partir de mañana por la noche y durante toda su estadía, porque está siendo reparada.
La Casa Blair es una elegante residencia a unos pasos de la Casa Blanca. Desde 1957 ha sido el sitio en que los jefes de Estado de visita en Washington son alojados por el gobierno de los Estados Unidos. Ahí durmió Carlos Salinas de Gortari en 1989 y Vicente Fox en el 2001, unos días antes del 11 de septiembre trágico de las Torres Gemelas. El presidente López y su comitiva se alojará -por cuenta del gobierno estadunidense- en un hotel, del que no se ha dado datos.
Pero volvamos al tema de los migrantes. En la agenda del encuentro de los dos presidentes -porque es muy poco probable que el primer ministro Trudeau se sume a la faramalla electoral- no hay un solo tema sobre los migrantes, los dreamers, los aspirantes a asilo allá, la violencia policial en contra de los paisanos o algo que se le parezca.
Es evidentemente claro que el presidente Trump ha citado a López Obrador a Washington para que le sirva a su campaña que busca la reelección a comienzos de noviembre. En mi opinión lo hace desde una óptica equivocada. Los asesores de Trump asumen que los votantes mexicanos tienen una enorme simpatía por el presidente López y que una foto cordial del encuentro de los dos presidentes redituará en votos para el pelipintado.
Tal vez los mexicanos de aquí, que tenemos una memoria de Teflón, no recordemos la postura gallarda y nacionalista del candidato López ante los insultos y menosprecios del señor Trump. Los mexicanos de los Estados Unidos -no muy proclives a ejercer su derecho al voto cuando lo tienen- se inclinan más bien a las candidaturas demócratas. Desde luego, tienen muy poco que agradecer al presidente de México.
Pertenece al estilo personal de gobernar del presidente López la obcecación y la sordera política. Los que saben de estos asuntos han advertido en muchas ocasiones que al presidente de México no se le ha perdido nada en Washington a unas semanas de las elecciones: no se le vaya a aparecer Joe Biden ganando las elecciones. Ojalá.
PREGUNTA PARA LA MAÑANERA PORQUE NO ME DEJAN ENTRAR SIN TAPABOCAS: Con todo respeto, Señor Presidente, ahí le va un supositorio. Supongamos que la mentira que usted cuenta -que todos los que no pensamos igual que usted y somos críticos de sus actos de gobierno actuamos por la paga de los más oscuros intereses pútridos y antipatrióticos del neoliberalismo- sea cierta. Y que esos actos constituyen un negocio jugoso. Ahora, usted fue más allá, pidiendo que le compartamos una pizcacha de esas fabulosas ganancias. Que nos mochemos, pues. ¿No sería su actitud una que constituye delito, por lo menos el de delincuencia organizada?
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