Por Félix Cortés Camarillo
Money makes the world go round
The world go round
The world go round
Fred Ebb, Money, en el musical CABARET
Con bombo y platillo, como se acostumbra en la cuarta simulación, ayer se firmó en Palacio Nacional un acuerdo de todos contra todos para mejorar las pensiones de los trabajadores mexicanos. Ahí estuvieron desde luego el jefe de pista López Obrador, el secretario de Hacienda, los líderes -pero como no, de Morena- en el Legislativo, don Carlos Salazar Lomelín por el sector empresarial siempre dócil, y desde luego el pálido heredero de don Fidel Velázquez, el senador Carlos Aceves del Olmo capataz de la CTM.
El acuerdo tan festivamente firmado reduce de manera drástica el número de años que un trabajador debe aportar su cotización para integrar el fondo del cual se le va a pagar una pensión a su vejez: ahora será suficiente -si el llamado honorable Congreso lo aprueba- haber trabajado quince años para poder solicitar una pensión de vejez. En otras palabras, si uno comienza a trabajar a los veinte años de edad, lo cual es muy frecuente, para efectos de la ley, a los 25 años de edad será considerado un vejete que merece que el Estado le mantenga por el resto de sus días.
Un verdadero dislate. Parece que tenía razón la cancioncilla aquella de que el trabajo lo hizo Dios para los bueyes.
Aparte de la pandemia del Covid 19 y la consecuente crisis económica que México tiene que enfrentar, la principal pifia de la administración del presidente López ha sido el despilfarro del erario nacional en la forma de obsequios, becas, apoyos y otras despensas de promoción electoral de alto contenido de frijol con gorgojo. En lugar de usar los dineros de todos los mexicanos para el impulso de obras públicas generadoras de empleos y de movimiento de capital para inyectar al mercado, el consumo y desde luego al final la productividad y la producción, el dinero del país se está usando para pagar a los que ni estudian ni trabajan, dizque siembran miles de hectáreas de arboles frutales y maderables y para apoyo de los adultos mayores. Todo ello en aras de comprometer a un futuro inmediato como el año que viene, el voto que deberá, según el presidente López, asegurar la prevalencia de su pandilla política en la mayoría legislativa.
Ese es un problema suficientemente serio.
Se agrava con la suficientemente entendida obcecación del presidente López, incapaz de recular, reconsiderar o modificar una actitud. Una actitud repetida una y otra vez que en esta administración no habrá nuevos impuestos ni incremento a los actuales. Tampoco, según su compromiso, se adquirirá más deuda. Entonces ¿de dónde sacar los dineros para la generosidad presidencial de campaña electoral?
Ya lo verán los que dentro de unos cinco años acudan a solicitar su pensión por vejez.
El dinero es lo que mueve al mundo, cantaba en 1972 Liza Minelli con Joel Grey en Cabaret.
PREGUNTA PARA LA MAÑANERA PORQUE NO ME DEJAN ENTRAR SIN TAPABOCAS: Con todo respeto, Señor Presidente, en las que usted llama “benditas” redes sociales circula un chisme que ya merece que usted le dedique algún comentario en su perorata matutina. Se afirma que la salida del Ing. Javier Jiménez Espriú de su gabinete, en el que es secretario de Comunicaciones y Transporte, no se debe a las discrepancias que existieron en la decisión de cancelar el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco. Dicen por ahí que la señora Elisa Margarita Gutiérrez Saldívar es accionista de la empresa Idesa, muy metida en la petroquímica y el abasto de combustibles, y asociada desde hace años a la mal afamada Odebcrecht.
Money makes the world go round….
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