Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
Contemos también lo negativo, los negativos. El presidente Andrés Manuel López Obrador se perfila como el mayor negativo de su partido Morena en las elecciones de 2021 en Nuevo León. Su insensibilidad política con los estados del norte del país cobrará fractura. En el estado Andrés Manuel no ganó abrumadoramente ni la presidencia ni las diputaciones federales ni el congreso local, menos las senadurías en 2018.
En las elecciones intermedias López Obrador no contará con las simpatías que tuvo en la elección presidencial. Hay algunos elementos que trabajan en su contra: la nula inversión de la federación en la obra pública, la necesidad de un nuevo pacto fiscal, el desdén a las contingencias naturales y, por supuesto, su enfrentamiento ideológico con el periódico Reforma, hijo del periódico El Norte.
Desde la expulsión de Rodolfo Junco en los años setenta del siglo pasado, el periódico El Norte se convirtió, algunas veces más, otras menos, en el vocero de los capitanes de las empresas en Nuevo León. El poder del periódico fue tal que una vez Benjamín Clariond me comentó que el verdadero gobernador del estado era Alejandro Junco de la Vega. Benjamín exageró. El Norte ha ido disminuyendo su influencia. Su poder residía, entre otras cosas, en quitar o poner funcionarios, desde hace bastante tiempo que no tira a nadie y, desde la gubernatura de Rodrigo Medina, lo tiran a lucas.
El periódico carece de la influencia que tenía pero sigue siendo un factor, sobre todo porque no ha cejado en mostrar ese periodismo que significa desvelar, desnudar lo que el poder oculta. Su influencia mayor sigue siendo en la clase alta y, por extensión, en la clase media que, desde su arribismo-integrismo, en Monterrey quiere parecerse, reproducir, a la clase dominante. En la 4T El Norte-Reforma es un factor ideológico, no político. Andrés Manuel invitó a su visita a Washington a Francisco González, el poderoso empresario dueño de Multimedios, no a Alejandro Junco. El Norte trabajará en contra de Morena en el 2021.
Hanna demostró el poco interés que tiene Nuevo León en la agenda del presidente quien, como lo hizo con las manifestaciones feministas, prefirió hablar mejor del avión presidencial que de la contingencia ambiental. El desinterés de López Obrador viene de lejos, aún y cuando, en su gira de victoria por Monterrey, nos dijo que amor con amor se paga. Pero la federación no ha sacado las vías férreas de la metrópoli, no se ven por ningún lado los vagones del Metro y sigue en proyecto la presa Libertad.
Desde el siglo XIX en Nuevo León existe un sentimiento de confrontación con las decisiones federales sin distingos recientes de partidos en el poder. Andrés Manuel lo ha exacerbado por su propensión de acudir al rescate del sur-sureste del país (Tren Maya, Dos Bocas, Tren Transístmico) y olvidar las inversiones federales en Nuevo León. La delegada Judith Díaz no ha dicho esta boca es mía; Tatiana Clouthier, para no ser rebasada por Hanna, ya solicitó un punto de acuerdo en el congreso federal para obtener recursos para combatir el desastre.
Contemos también lo negativo, los negativos: AMLO se convierte en el gran negativo de Morena para las elecciones del 2021 en Nuevo León.
