Por Eloy Garza González
Casi medio millón de contagiados. 54 mil muertos. Hospitales sin darse abasto con pacientes. Son cifras oficiales. Y las víctimas no solo son enfermos; son desempleados, familias enteras sin un peso, empresas en bancarrota. Detrás de las estadísticas están titulares de prensa como estos: “Quiebra Banco FAMSA y están en riesgo otros bancos como Banca Azteca”. “CMR, dueña de las cadenas Chilli´s, Olive Garden, Wings y Sushi Ito, se declara en quiebra”. “Grupo Posada, dueña de Fiesta Americana cierra operaciones, según la calificadora H. R. Ratings”. “Volkswagen México a punto de cerrar sus plantas automotrices”.
No pensemos nada más en los miles de trabajadores arrojados a la calle; sumemos a todos los proveedores de estas fábricas y hoteles quebrados, así como agencias de viaje, rentas de carros, aerolíneas comerciales e infinidad de empresas más. En total, hablo de dos millones de personas que perderán sus empleos. Y no serán las únicas cadenas de bancos, hoteles y restaurantes que cierren en México.
Me dirán que nada de esto sorprende; que ningún país del mundo se librará de la crisis económica (esa que yo he bautizado como “la coronacrisis”). España cayó 18.5%, en este mismo trimestre. Y Portugal 14% y Francia 13.8% e Italia 12.4% y hasta Alemania (la principal potencia económica de Europa), cayó 10.1%.
La coronacrisis es un grave problema por resolver. Pero en México, no lo estamos resolviendo bien. Es más, lo estamos haciendo pésimamente. La economía mexicana cayó 18.9% en el segundo trimestre del año. México se hunde en la mayor recesión de los últimos 80 años. 54% de la población ocupada ya sufre pobreza laboral. México se coloca como el tercer país del mundo con más muertes por el coronavirus, sólo por debajo de Estados Unidos y Brasil.
Sin embargo, la economía mexicana venía arrastrando malos números desde el año pasado. Pemex registró pérdidas en el 2019 por más de 600 mil millones de pesos. Caída de las inversiones privadas, de los precios del petróleo y del consumo. Y para rematar, un virus inesperado que hizo explotar la bomba de la coronacrisis. La pandemia empuja ya a la pobreza extrema a otros 10 millones de mexicanos.
¿Pero por qué un bicho microscópico está acabando con la economía mexicana? En unos meses, el Producto Interno Bruto de México retrocedió varios años. Nos fuimos de reversa hasta el año 2013. Eso, sin contar con que ya juntamos cinco trimestres consecutivos con el PIB en caída libre. Una tragedia nacional.
Obvio, no a todos les fue mal. Algunas compañías tecnológicas incrementaron sus ventas tres veces más en México. Pero no todos los negocios estaban preparados ni pudieron adaptarse a la pandemia.
Mañana les contaré qué ha hecho el gobierno de AMLO para contener la recesión de la economía mexicana; qué debería de hacer y cómo pueden salvarse las pequeñas y medianas empresas de México, heridas de muerte por culpa del virus y las malas políticas públicas.