Britney Spears no logró sacar a su padre del control de sus negocios y asuntos personales, después de que un tribunal de Los Ángeles mantuviera sin cambios la tutela de 12 años designada por la corte.
La estrella del pop, de 38 años, había pedido que se reemplazara de forma permanente a su padre Jamie como su custodio. Pero la audiencia a puertas cerradas del miércoles extendió el actual acuerdo hasta febrero de 2021, según un documento judicial publicado online por sus seguidores.
Jamie Spears fue designado su custodio en 2008, después de que la cantante fuera hospitalizada para recibir tratamiento psiquiátrico. Jodi Montgomery asumió el cargo temporalmente a fines del año pasado debido a problemas de salud de su padre.
Un abogado de la cantante había presentado documentos antes de la audiencia privada diciendo que Spears se «oponía fuertemente» a que su padre volviera a controlar sus asuntos. Los documentos no explican las razones del pedido.
Spears revivió su carrera después de su colapso, pero se retiró de un concierto en Las Vegas el año pasado e ingresó brevemente en un centro de salud mental. No se presenta en público desde octubre de 2018.
Fuera del juzgado, unas dos docenas de seguidores de la pequeña pero ruidosa campaña #FreeBritney realizaron una manifestación, gritando «la tutela tiene que desaparecer».
Los partidarios de la campaña creen que Spears está prisionera y que envía señales crípticas rogando ser liberada a través de sus cuentas en las redes sociales, que usualmente son selfies y videos de ella bailando en su casa.