Legisladores que forman parte del partido demócrata, presentaron una serie de documentos por medio de los cuales afirman, se exhibe que el Departamento de Salud de Estados Unidos, buscaba aprovechar una campaña publicitaria oficial, para favorecer las aspiraciones de reelección del presidente Donald Trump.
De acuerdo con lo indicado por los congresistas demócratas, para la campaña en cuestión las autoridades sanitarias desembolsaron un total de 250 millones de dólares y estaba dirigida, en apariencia, para enfrentar la Emergencia Sanitaria derivada del Covid-19.
Sin embargo, añaden, el despliegue mediático tenía la intención de ayudar al mandatario nacional en el proceso electoral en el cual busca ser reelegido para un nuevo periodo al frente de la presidencia de Estados Unidos.
Así lo denunciaron los legisladores opositores, por medio de una carta que enviaron al secretario de Salud y Servicios Humanos del gobierno de Trump, Alex Azar, en la cual denuncian que Marc Caputo, quien fuera un alto funcionario del Departamento de Salud, propuso aprovechar la campaña contra el Covid-19, para favorecer al presidente.
Al respecto, la misiva de los congresistas del partido demócrata refiere que Caputo sugirió que uno de los temas de la campaña, fuera “ayudarle al presidente a ayudarle al país”, con lo cual se planeaba lanzar una serie de anuncios protagonizados por varias celebridades.
No obstante, en la conformación de la lista de las figuras podrían ser parte de la campaña, se establecieron los nombres de algunas personalidades que no podían ser contempladas, debido a que en algún momento criticaron al gobierno de Donald Trump o al mismo mandatario.
En dicho listado alterno de celebridades que terminaron descartadas, destacan el comediante George López, el actor Bryan Cranston quien criticó los ataques del presidente a la prensa, la actriz y cantante Jennifer López que recriminó las políticas migratorias y la también cantante Christina Aguilera, a quien ubicaron como simpatizante de Barack Obama.