Durante los últimos años el suelo nuevoleonés se ha visto sacudido por diferentes sismos, los cuales han ido considerablemente en aumento, asunto que ha alamarado a la ciudadanía por el temor de que la actividad sísmica se intensifique a mayor grado.
La Sultana del Norte se ha visto cimbrada de acuerdo con investigaciones de la Universidad Autónoma de Nuevo Leónen los últimos doce años por más de 400 sismos, incrementándose la frecuencia del 2013 a la fecha.
Ante tal situación, los expertos aseguran que con el aumento en la actividad sísmica el área metropolitana se podría ver afectada tal y como ha pasado en los últimos días.
Hace pocos días, los regiomontanos hicieron tendencia un sismo que, de acuerdo a testigos sacudió algunos casas, probando terror al sentir un crujido y un ligero movimiento en la tierra.
ACTIVIDAD RECIENTE
De acuerdo al Servicio Sismológico Nacional, el sismo suscitado el día 28 de octubre, fue de magnitud 3.6.
El movimiento de 3.6 se registró al norte de Monterrey, teniendo como epicentro a 9 kilómetros al noroeste de Ciénega de Flores con foco a sólo 5 km de profundidad.
Días después, el municipio de Montemorelos registró un sismo de magnitud 3.3, el cual se ubicó exactamente a 68 kilómetros al noreste de Montemorelos.
Miguel Ángel Perales, Director de Protección Civil, descartó que durante los sucesos se hayan registrado daños o afectaciones.
Cuadrillas de Protección Civil se trasladaron al lugar de los hechos para realizar labores de inspección en los puntos de origen de los siniestros.
«Nos reportaron un fuerte estruendo, se cimbraban ventanas», dijo Miguel Perales, de Protección Civil de Nuevo León, sobre la primera información que surgió tras el temblor.
«En reportes iniciales se mencionaba que pudiera haber sido por una explosión o un derrumbe, pudimos comprobar que efectivamente se trató de un sismo», enfatizó.
La explicación de este tipo de movimiento en la tierra muy poco frecuente en Nuevo León se debe a antiguas fallas regionales en la zona que aún se mantienen activas.
Además de la deformación que hay en la entidad y que está asociada a la Sierra Madre Oriental.
El mapa de sismos divide a México en cuatro zonas: Zona A, Zona B, y Zona C, todas de bajo registro sismológico, contrario a la Zona D, en donde se presentan mayor número de sismos y de magnitud considerable, perteneciendo Nuevo León a la zona A de acuerdo a el Servicio Sismológico Nacional (SSN) que forma parte del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Así mismo, el comportamiento telúrico en Nuevo León muestra alzas y bajas considerables, entre un año y otro, registrando en su último reporte anual del 2018, solo 6 casos de sismos.
De acuerdo a Juan Carlos Montalvo Arrieta, doctor en sismología y académico de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo León, nuestra entidad sí es tierra sísmica.
TIERRA DE SISMOS
«Nuevo León, sí es tierra de sismos, en nuestro país existe una zonificación sísmica. La primera área es la Zona A, que corresponde a una baja actividad de sismos, y es a la que pertenece Nuevo León«, explicó el especialista.
Montalvo Arriesta advirtió que, ante el comportamiento telúrico irregular, Nuevo León se encuentra bajo estudio, pues la magnitud de sus sismos se está incrementando.
Así mismo, puntualizó que la documentación de sismos en la entidad es muy pobre para confirmar o descartar que los sismos provoquen consecuencias en la infraestructura de la zona metropolitana.
«Nuestro registro histórico es muy pobre y no documentó un evento de esa naturaleza. Por eso de manera general en muchas ocasiones el ser de baja sismicidad, hay personas que los confunden con una zona asísmica o sin terremotos», explicó el experto.
«Pero no es cierto, sí hay terremotos, pero de una magnitud pequeña y su frecuencia es baja. Desde que se instaló la estación sismológica, ha incrementado en Nuevo León el número de sismos, y las magnitudes pasaron desde sismosde magnitud 2, a sismos de magnitud 5″, detalló.
Con relación a los últimos dos sismos ocurridos en el Estado, el especialista señaló que este no fue el más cercano a la capital de Nuevo León.
«No es el sismo más cercano a Monterrey, todavía hay sismos que han tenido magnitudes similares pero dos de ellos se localizaron a un costado del cerro de la mitras y otro en el 2010 cerca del área de la huasteca que tuvo una magnitud de 4 grados de intensidad», mencionó.
Respecto al ruido que muchos usuarios de redes sociales reportaron haber escuchado, que esto se debió a la profundidad del sismo.
«Cuando se escucha ruido es indicativo que el terremoto fue cerca de la superficie, esto a su vez indica el movimiento de las rocas y las propagación de las ondas sísmicas», aseveró.
Por último, mencionó que si el centro del sismo hubiese estado dentro de la Zona Metropolitana, este no tenía la intensidad suficiente para provocar daños estructurales.