Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Cuando la lucha entre facciones es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector al que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso piratas.” Thomas Macaulay
Me parece que con el reloj “al cuarto para las doce”, la propuesta de Mario Delgado, flamante presidente de Morena, de realizar encuestas para definir a los delegados estatales y distritales de su partido puede convertirse en un costoso error.
Porque si algo ocurre en los estados, cuando menos en Nuevo León, es que existe una enorme división y una encarnizada lucha por el control de quién será el responsable de ultimar y definir candidaturas a todos los cargos, desde el de arriba hasta el último regidor en Mier y Noriega.
Además, reventarse encuestas así a unos meses de las campañas requerirá de un altísimo presupuesto que ¿de dónde va a salir?
Lo peor es que una vez concluido el proceso se repetirá la misma historia de que le pasó al propio Delgado con Porfirio Muñoz Ledo, habrá inconformidades, quejas, jaloneos, acusaciones y terminarán aún más divididos de como empezaron y para entonces será la segunda quincena de diciembre, si no es que ya habrá empezado el 2021.
No habrá materialmente tiempo para intentar hacer una operación cicatriz y al mismo tiempo andar definiendo candidaturas y lidiando con las broncas inherentes al proceso.
Por el momento lo único que está claro en Nuevo León es que su abanderada no será Tatiana y párele de contar.
¿Será Clara Luz? ¿Irán en una alianza con otro partido? ¿Qué pasará con Rafael Zarazúa que ya dijo que también quiere la candidatura a gobernador? ¿Habrá designación, será consulta directa a las bases o también ahí pretenden hacer encuestas?
Hay mucho en juego y demasiados tiradores que se sienten con los méritos propios suficientes para exigir para ellos esas nominaciones; y no se van a dejar tan fácil.
Generalizar nunca es bueno y me parece que lo que Mario debería hacer en las 15 entidades en donde habrá elecciones el año entrante es revisar caso por caso analizando cada circunstancia y necesidad, porque de otra manera el atole se le puede hacer engrudo.
En otro tiempo y circunstancias tal vez las encuestas serían una buena opción, caras, pero una buena opción, pero visto el almanaque y las repercusiones que un proceso así tendrá, más vale que se vaya apurando y que tal vez cambie de parecer si es que quiere dar resultados.
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