Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Todo está cambiando. La gente se toma en serio a los humoristas y a los políticos como una broma.” // Will Rogers
No sé de quién haya sido la “genial” idea de aceptar que Patricio Zambrano se registrase en el PRI para contender por una candidatura para diputado, porque ni como broma pasa.
Por donde se le vea el tema no tiene ni pies ni cabeza, el hombre ha perdido todas, se ha revolcado en el fango, ha hecho un mal show de sus campañas y de la política y sigue terco, como sigue Maderito también y algunos otros que le pegan al “serio”, machacando e insistiendo a pesar de que saben bien que no consiguen los votos ni de quienes viven en su casa.
El chascarrillo le terminará costando al PRI como partido por prestarse a esta pantomima en la que, ya lo verán, si no gana la elección interna el señor hará un escándalo, gritará que hubo fraude y dirá tres misas completas en contra del tricolor… ¿y si gana? Y si gana va a perder en las urnas porque nadie, nadie, nadie, vota por él.
No es lo mismo “Los Tres Mosqueteros” que veinte años después y si cuando apareció en las boletas la primera vez fue un fenómeno, ya aquellos tiempos pasaron y los votantes han comprobado que no es lo mismo popularidad que eficiencia y seriedad para representarnos o velar por los temas de gobierno.
En todos los escenarios, de todas las formas, el tricolor pierde y perderá, aún y cuando le cierren el paso, ya lo verán y el costo de la mala broma puede ser altísimo para el partido, pero sobre todo para sus candidatos quienes deberían haber puesto el grito en el cielo ante los órganos directivos del partido cuando se enteraron no del registro, sino de la invitación que algún ocurrente (pero sobre todo despistado) le hizo.
En un momento tan delicado como lo es la pandemia y tan complicado en términos de crisis económica, de falta de empleos, de incertidumbre por el futuro, poner a un comediante no es opción.
¿Qué puede proponer quien hace dos meses se decía ecologista y que sería el encargado de seleccionar a todos los candidatos del Partido Verde? ¿Qué sabe ese señor de leyes y reglamentos? ¿Tiene alguna idea de la vida parlamentaria?
No puede tomarse en serio a quien ha cambiado de colores y partidos como lo ha hecho él, aunque también hay varios políticos y políticas que no cantan mal las rancheras y bailan al son que les tocan o les conviene, pero por lo menos son un poquito (que conste que sólo un poquito) más serios.
Chascarrillo, chistorete que no pasa de anecdótico y simplón, insisto una broma de pésimo gusto que no caerá nada bien al electorado que de por sí no confía en los partidos y los políticos y menos lo hará cuando vea la ligereza con la que el otrora partidazo se toma las cosas dando su aval para que los represente en una contienda a quien no ofrece garantías, carece de preparación y no se puede tomar en serio.
Y luego se preguntan el por qué no los quieren.