Por Obed Campos
La historia bien la pudieron escribir los guionistas de alguna película al estilo de James Bond, porque el argumento, real, supera la imaginación de los escritores de narcoseries tan de moda hoy en día.
Y dice así: llegan tres sujetos al aeropuerto de Cuernavaca, se identifican como mecánicos y los de la Guardia Nacional los dejan entrar.
Acto seguido, con el uso de dos tarjetas de crédito le cargan los tanques de combustible a un Hawker 800 matrícula XB-PYZ, el cual, al poco tiempo, toma pista y alza el vuelo, impunemente.
Cargaron el combustible como usted o yo lo hacemos en una gasolinería, es decir, pagando con una tarjeta de crédito.
La próxima vez que se supo del aeronave, fue porque esta se estrelló en Guatemala, al realizar maniobras de aterrizaje en una pista clandestina. El avión venía cargado con armas y droga tras salir de Venezuela y el percance dejó dos muertos.
La nota en El Norte de hoy encabezada como “Relevan por narcojet a jefe aeroportuario” habla más del arribo de Armando Subirats Simón, ex director de Operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) quien fue nombrado director del Aeropuerto “Mariano Matamoros” en Cuernavaca, en lugar de Misael Álvarez Díaz, el cual fue defenestrado tras el robo de la aeronave, que por la gravedad de que sea tan fácil robarse un avión en México…
Porque ¿es posible robar un avión con la facilidad de robarse un carro? En México, por lo visto, sí… Y a lo mejor más fácil. La nota periodística anuncia que los tres ladrones aéreos fueron identificados por la Fiscalía General de la República… Ahora solamente falta que les corten el vuelo.