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Jesús, el Justiciero

Por Félix Cortés Camarillo.

La prolongada carrera de doña Olga Sánchez Cordero en el campo de la justicia se ha caracterizado, me parece, por la prudencia eficiente; su período al frente de la Secretaría de Gobernación ha visto trocar esa virtud por la dócil obediencia a las disposiciones del presidente López. Lo cual no es de asombro; el Poder Judicial es independiente del Ejecutivo y los secretarios de Estado en México no son ministros. Son simples secretarios del señor presidente.

Dicho esto, nadie deberá llamarse a asombro cuando en pocos días, cuando mucho semanas, doña Olga haga cumplir la instrucción que su jefe le dio públicamente en una de sus sesiones de catecismo matutino la semana pasada: buscar la manera en que el señor Israel Vallarta, hoy preso sin sentencia acusado de secuestro junto con su hermano Marco y su sobrino Sergio, sean puestos en libertad, mediante una amnistía política porque la jurídica es inviable.

Doña Olga, el miércoles pasado en la mencionada mañanera, reconoció que hay más de 35 casos esperando ese tipo de amnistía, de manera que noticias semejantes vendrán en cascada.

No se puede rebatir con facilidad el argumento que apoya esta actitud: el encarcelamiento y proceso de la banda de secuestradores Los Zodíaco estuvieron plagados de irregularidades, atribuibles principalmente al entonces superpolicía de México Genaro García Luna, hoy a su vez preso en los Estados Unidos acusado de asociación delictuosa con el narcotráfico internacional.

El caso se hizo célebre cuando el 9 de diciembre de 2005 el Canal de las Estrellas transmitió en el noticiario matutino Primero Noticias -supuestamente «en vivo» desde el rancho Las Chinitas sobre la carretera libre a Cuernavaca- la liberación de la familia secuestrada por estos rufianes y la captura de Marco, Sergio e Israel Vallarta, así como de la amasia de éste último, una ciudadana francesa de nombre Florence Cassez. Muy pronto se descubrió que ese reporte era un montaje hecho por la policía de García Luna, fue reconocido por la televisora y por el noticiero Carlos Loret de Mola, y el presidente de Francia presionó largamente hasta lograr que en 2013 Enrique Peña Nieto liberara a la francesita y la mandara en un 747 de Air France de regreso a Francia, donde casó y vive en Dunquerke.

Lo demás es historia.

No lo es para los zodíacos, aún presos, pero sobre todo no para el presidente López.

Empeñado como está en atribuir todos los males de este mundo a las administraciones que le precedieron, López Obrador confunde la gimnasia con la magnesia, las peras con las manzanas y la justicia con la arbitrariedad. Cierto, la captura de la señora Cassez y sus asociados fue truculenta; probablemente los detenidos fueron torturados, el proceso estuvo defectuoso, al grado de no tener aún sentencia. García Luna puede ser un pillo de siete suelas. Pero los secuestrados fueron secuestrados y los secuestradores fueron secuestradores, incluyendo a la privilegiada señora Cassez.

La política de «abrazos, no balazos» para ciertos delincuentes del presidente López, es una falsedad cínica de cabo a rabo. Pretende escudarse en la doctrina cristiana, interpretada -como siempre lo es- según a quien le convenga. López Obrador parece ignorar que el Jesús del sermón de la montaña y el de poner la otra mejilla como reacción a una bofetada, es el mismo Jesús que con un azote hecho de cuerdas en la mano expulsó a los que, en el atrio del templo de los judíos, vendían ovejas, bueyes y palomas y destrozó los banquillos en que se sentaban los cambistas.

Como dice la Chimoltrufia, una cosa es una cosa y otra la otra.

PREGUNTA para la mañanera, porque no me dejan entrar sin tapabocas: con todo respeto, señor presidente: ¿le parece correcto que una sola persona, así sea muy cercana a su respetable señora esposa, tenga en sus manos poder destruir el largo esfuerzo de cientos de autores que hoy se llama libros de texto gratuitos? No son hojas de papel volando.

‎felixcortescama@gmail.com

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Vía / Autor:

Félix Cortés Camarillo

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Autor: lostubos
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