Por Francisco Tijerina Elguezabal.
“Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error”
Alessandro Manzoni
Duda siempre, pero más en tiempos de campaña, del candidato que promete todo, hasta lo imposible.
Duda siempre, de todo y de todos; piensa, medita, contrasta, evalúa, verifica si eso que dicen es verdad, es posible, es alcanzable.
Duda siempre, pero más en tiempos de campaña, del activista, del periodista, del influencer, del bloguero, que de la noche a la mañana dejó atrás las banderas que lo hicieron famoso para de la nada convertirse en publicista de un candidato o un partido.
Duda más de aquellos que desde el falso púlpito de su verdad pretenden manipular la realidad presentando hechos aislados, verdades a medias, mentiras o información sesgada buscando beneficiar a uno o perjudicar a otro.
En campaña nada es gratuito. ¿Le aplauden a uno? ¿Critican a otro? Pregúntate siempre, ¿qué hay detrás? ¿por qué los paladines de la verdad y la justicia de pronto se convierten en fiscales, jueces y verdugos?
Duda, duda siempre, duda de todos, duda de mí, porque si de todos dudas y a todos los observas detenidamente, si comparas, si compruebas, si analizas, podrás tener más elementos de juicio para razonar y no dejarte llevar por la perorata de un merolico y te detendrás un momento antes de compartir un comentario o una publicación.
Duda, siempre duda.