Por José Jaime Ruiz
josejaimeruiz@lostubos.com
@ruizjosejaime
Parece un tema recurrente, pero Alejandro Junco de la Vega, el dueño de Reforma y El Norte, comete tantos errores. Su video de la plaza de Tiananmén (¿o de dónde?) raya en el delirio. Si la senectud no es sabia, destruye hacia adentro, no construye hacia afuera. Ayer, por ejemplo, le dio por arremeter en contra de Omar Cervantes, el ex vocero de la Secretaría de Gobernación:
“1.- POR cierto que cómo hay personajes camaleónicos en la política, como el caso del ahora ex vocero de la Segob morenista, Omar Cervantes, que luego de trabajar con el tricolor Natividad González Parás se brincó al lado panista…
2.- EN el 2015, el interfecto se sumó al proyecto de -oootro camaleón- Felipe de Jesús Cantú, que era el candidato del PAN a la Gubernatura, para luego de quedar en tercer lugar en la contienda, pasar años después a ser vocero en Profeco federal, a cargo del regio Rogelio Cerda, en la época en que el priista Ildefonso ‘Poncho’ Guajardo era Secretario de Economía…”.
Alejandro Junco desprecia el profesionalismo. ¿Acaso Omar Cervantes no trabajó en El Norte? El hombre unidimensional, el pensamiento único, el fascismo, desprecia la apertura, la pluralidad, la inserción política y social. Es la senectud de Alejandro.
Alejandro confunde el profesionalismo con lo camaleónico. Veamos a Omar:
1987
El Porvenir
1990 El Norte
1991 Presidencia de la República
1991 El Norte
1994 Polo Espinosa
1995 Mentor Tijerina
1997 Campaña José Natividad
1998 Despacho consultoría independiente
2000 TV Azteca Noticias
2003 Campaña González Parás
2003-2009 seis años vocero de González Parás
2010 Independiente
2012 Campaña Felipe Enríquez / Peña Nieto
2015 Campaña Felipe de Jesús Cantú
2016 Campaña PRD / PAN Oaxaca
2017 Profeco
2019 SEGOB
Grabar llamadas es un delito; publicarlas, doble. Omar Cervantes es un profesional de la comunicación. Desde 2014 es un especialista en adicciones y se dedica a rehabilitar adictos codependientes y otros trastornos. Mejor que Keith Raniere, ¿no lo creerías, Alejandro?