Por Obed Campos
El Centro de Información para la Seguridad del Estado (CISEC) es una suerte de “CIA chiquita” que opera en Nuevo León acopiando, analizando y administrando información. Vaya, se supone que es el cerebro de la seguridad en la entidad.
Entre otras responsabilidades, la gente del CISEC maneja los temas de evaluación y control de confianza de los elementos policíacos de Nuevo León.
Pues bien, me dicen de muy adentro que cuatro empleados del tal CISEC resultaron infectados de Covid-19, alias coronavirus.
Concretamente 3 son elementos del área de estudios socioeconómicos y 1 es del departamento de psicología.
Pues bien, estos empleados estuvieron realizando evaluaciones de personal de Seguridad Pública estatal encerrados en un estrecho cubículo de 3 x 3 metros.
Y pese a que hay muchas madres de familia laborando en estado de riesgo, la Secretaría de Seguridad, que encabeza Aldo Fasci Zuazua, ni las ve ni las oye, y ahí sigue el riesgo latente de que brote una “mini epidemia”, con las nefastas consecuencias que no se le desean a nadie.
Y si así están los encargados de manejar “la inteligencia”, no queremos saber cómo andan los ignorantes.
EN MÉXICO LOS MUERTOS “VOTAN”
Criticar desde sus cimientos la consulta del pasado domingo no es un pecado, ni es “oponerse a la democracia y a la participación ciudadana” porque nos caiga mal el tal López.
Tampoco es falta de civismo, como quieren calificar algunos extremistas.
Para empezar la ley aquí y en China no se consulta, se aplica. Así que si el inquilino de Palacio Nacional tiene con queso para las gorditas, pues que lo demuestre y siente las denuncias que haya que sentar en contra de sus antecesores.
Pero en este caso yo ya no se si reír o llorar, tras leer una nota de El Universal: “Para la solicitud que presentó Yeidckol Polevnsky, fueron 194 casos detectados de “apoyos” de personas que fueron dadas de baja por defunción, y de la solicitud presentada por Sánchez Bahena y Vázquez Arellano, fueron 5 mil 530 casos”.
Y sabe qué, fueron 5 mil 724 los difuntos que supuestamente salieron a votar (a favor del sí, claro) el pasado domingo.
Casos como este nada más se veían, con menos votantes, claro, cuando el PRI andaba en zancos.
Y todavía hay quien pregunte por qué dicen que México tiene el surrealismo en su genética.
