Por Obed Campos
¿En qué idioma se les mandará un mensaje a los necios negacionistas promotores de no vacunarse ni usar el cubrebocas y enemigos de las medidas de emergencia contra el Covid?
Ayer los casos de coronavirus rozaron la cifra de 25 mil y, sin embargo, la “activista” Argelia Montes anda organizando “La Marcha por la Libertad Nacional” que propone el suicidio colectivo de no usar cubrebocas, decir no al pase sanitario, negarse a la vacuna, y al cierre de negocios. Ah, y se llaman a sí mismos patriotas.
Ante tamaño de temeridad, cito a Guillermo Torre, rector de TecSalud:
“Volver a clases es esencial. No es ‘esencial’ arriesgar maestros o niños. Decreto nacional no funciona; el riesgo depende de circulación de virus en población. Presencialidad segura con: cubrebocas, políticas ventilación, control aforo y apertura con menos circulación de virus”, publica Torre en su cuenta de Twitter @GTorreAmione.
El científico señala la pavorosa situación: “Texas y el Norte de Mexico se comportan similar durante la pandemia. Houston y Monterrey saturados. Hospitalizados jóvenes, ~90% no vacunados y Houston>95% variante Delta. Explica la velocidad de contagios. Forma de parar: cubrebocas, ventilación y distancia, acelerar vacunación”.
Y mientras acá, a instancias del fracasado de Hugo López-Gatell, miles de niños van a volver a la escuela en cualquier momento, con todo y el riesgo. En el estado de Mississippi, reportaron cerca de mil niños resultaron contagiados por Covid-19 al volver a las aulas. Eso es allá, qué nos puede esperar a nosotros en este ladito del Tercer Mundo.
En tanto la Secretaría de Educación Pública, que encabeza la impresentable Delfina Gómez insiste en el regreso a clases presenciales, pero con una carta compromiso de corresponsabilidad, que dejaría la culpa legal a los padres de familia, en caso de contagio.
Y así como circulan textos de oposición a la tal carta compromiso, hay un grupo de abogados que recomendó a los maestros y trabajadores de la educación no firmar “el consentimiento responsiva del regreso a clases” y, por el contrario, exigir que por escrito de las autoridades les den la orden.
Un comunicado en redes sociales advierte: “Una de las consecuencias legales de firmar dicha responsiva, va en menoscabo de los propios derechos constitucionales de los mexicanos, donde nadie puede firmar o pactar una reducción de sus garantías, ya sea la salud, la vida o el derecho al trabajo con medios adecuados y seguros”.
YA SON OCHO LOS INFECTADOS EN “CIA CHIQUITA”
El cuatro de agosto pasado, publiqué “En combate al Covid, autoridad no pone la muestra”, denuncia de empleados del Centro de Información para la Seguridad del Estado (CISEC), una suerte de “CIA chiquita”, quienes se quejaron que los hacían trabajar sin medidas sanitarias pertinentes y que ya había 3 casos de coronavirus, en medio del hacinamiento.
Pues la autoridad hasta ayer no había hecho nada y, por el contrario, me dicen que los casos ya llegaron a ocho, por lo menos.