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Por Francisco Tijerina Elguezabal

“Muy modernos, pero seguimos siendo un rancho.” // Yomero

En pleno siglo XXI y a pesar de los millones de que le han invertido, el “Aeropuerto Internacional Mariano Escobedo”, ubicado en Apodaca, pero que brinda servicio a la zona metropolitana de Monterrey, sigue siendo un triste y miserable aeropuerto de rancho.

Diga usted si no. ¿De qué carajos sirve tener tres terminales si lo que menos les importa es la atención de los usuarios? ¿Tiene lógica el haber hecho una mega explanada en la Terminal A que no sirve para maldita la cosa como no sea el hacer que los viajeros caminen muchos metros más? ¿Por qué en las terminales A y B hay un montón de guardias de seguridad privada jeringando en todo momento que no te estaciones, además de elementos de la Policía Federal, y en la Terminal C no hay nadie?

Parece un asunto de billetes, porque en la C opera “Viva Aerobús”, la línea de bajo costo, pero resulta que es la que más pasajeros mueve y la que peor infraestructura vial tiene, amén de un espacio reducido y nula vigilancia y facilidades de operatividad.

Domingo, seis de la tarde, coinciden un montón de vuelos y en el exterior de la Terminal C, en donde hay espacios limitadísimos, todo el mundo hace lo que le viene en gana, detiene el tráfico, se estaciona donde se le pega su regalada gana, los taxistas “autorizados” se pelean el pasaje casi a golpes y la autoridad, pero sobre todo los encargados del aeropuerto, brillan por su ausencia… y obvio, a Viva Aerobús le vale también absolutamente madres, porque ellos hacen lo suyo, vender los vuelos.

En los aeropuertos mexicanos nos especializamos en martirizar a los usuarios, hacerlos caminar largas distancias, ponerles trabas, atravesar obstáculos; no hay respeto ni buen servicio, pero ah, eso sí, lo cobran como si fuese un servicio de primera.

Pobre Monterrey, tan moderno, tan de punta, tan avanzado, pero con un aeropuerto de rancho.

ftijerin@rtvnews.com

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Vía / Autor:

// Francisco Tijerina

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Autor: stafflostubos
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