Por Obed Campos
Nada más porque los colores guindas que se estilan entre los morenistas no se parecen en nada al fosfo-fosfo naranja que distingue al partido Movimiento Ciudadano que supuestamente abandera al gobernador electo Samuel Alejandro García Sepúlveda, aka, Samy Boy, para los cuates, porque si no, el nuevo mandatario neoleonés sería una copia lopezobradoriana.
Dígame usted si no: para toda solución, el muchacho tiene un problema y como muestra, en lugar de hacer una sola vuelta y buscar que su papi López le diera permiso, para ahorrar en tiempos y gastos y traer de Laredo las dichosas vacunas, quién sabe qué tantos camiones y qué tantas vueltas va a costar mandar casi 20 mil gentes a vacunarse a la frontera.
Esto sin contar los riesgos.
Y nada más de ver lo que piensa hacer en el tema de la seguridad (se va a dar usted cuenta que Samy Boy echará la casa por la ventana para favorecer a Aldo Fasci y a Alejandro Garza y Garza, nada más por sus pistolas y pese a los antecedentes.
Samuel llegó al poder porque supo endulzarle el oído a la gente y así va a seguir en su ejercicio del poder, va usted a ver: puras obras de relumbrón.
Pero a la hora de la hora, al momento que haya que echarle productos de gallina, va a ver usted que saldrá más falso que una moneda de 14 pesos…
Y ya se vio: Aunque empezó con mucha enjundia con el tema de la conexión de la autopista a Laredo con Colombia, con el corte ese llamado La Gloria-Colombia, ya no lo volvió a mencionar, por las razones que yo expuse en su momento: las tierras por las que pasaría esa carretera tienen dueños muy feos y muy pesados.
Pero prometer no empobrece, solo a las arcas estatales.
Así que con Samy Boy todo va a cambiar para quedarse igual.
