Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo.” // Giuseppe Mazzini
Inicia el periodo de transición, falta poco más de un mes para que los nuevos gobiernos, estatal y municipales en Nuevo León tomen posesión y los nuevos funcionarios que van siendo apenas anunciados para ocupar sus cargos le atizan al fuego y le meten presión a la olla con anuncios y adelantos que más temprano que tarde se pueden volver en su contra y también en contra de sus jefes.
Tendrán a su favor en los primeros meses el periodo de gracia que se justifica con el “dame chanza, vengo llegando, vamos apenas viendo cómo están las cosas”, pero lo cierto es que esa es la más pequeña de las paciencias que tiene el pueblo que exige resultados de todas y cada una de las promesas de la campaña, así como de todas las declaraciones de los funcionarios entrantes.
Hay que recordar que para todo efecto práctico a “Juan Pueblo” no le interesa quién la hizo, sino quién la paga; y para ello recurre a todas y cada una de las promesas de campaña o declaraciones diciendo “Tú dijiste que sabías y podías resolver este problema, así es que ahora lo cumples”. Es entonces cuando empieza el “pateo del bote” y sin tener del todo claro cuándo y cómo se puede resolver el entuerto, se comete el error de dar fechas o predecir avances y comienzan los problemas.
Porque no hay que ser ni mago ni brujo, al llegar el nuevo gobierno no tienen espacio de maniobra pues el poco presupuesto que queda está ahí para cumplir con los aguinaldos y la operación básica; después, en enero, no entra el dinero del presupuesto de manera directa, por lo que en realidad los recursos comienzan a fluir hasta marzo, así es que hay que prepararse para pasar cinco largos meses de seca.
Resulta sencillo el dejarse llevar por la agenda mediática del escándalo y el señalamiento con un índice de fuego hacia el pasado, sin embargo eso no resuelve los problemas. La próxima Secretaria de Educación en el estado, Sofialeticia Morales, se equivoca al decir que “pedirán cuentas a la Administración saliente” por el abandono en que se encuentran planteles escolares.
Porque le van a explicar que la pandemia vino a modificar todos los esquemas y hubo que disponer de todos los recursos posibles para atender la contingencia; que ella puede pedir explicaciones pero no es instancia para realizar investigaciones y que su trabajo debe centrarse en encontrar el “cómo sí” facilitar el retorno de los alumnos a las aulas.
Doña Sofíaleticia ha sido la primera en caer en la trampa y será interesante el ver cómo hace ahora para salir del escollo y de paso salvar a su jefe, el gobernador de un problema que no es nada sencillo resolver.
“El pez por su boca muere”, reza el refrán, y las nuevas autoridades tienen que ser cautelosas con las expectativas que despiertan y los pronunciamientos que hacen, porque se los van a recordar en unos cuantos días.
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