Ante la inminente cercanía de la fecha límite para abandonar Afganistán, los esfuerzos de rescate privados se vuelven cada vez más desesperados
Ante la inminente cercanía de la fecha límite para la retirada de tropas estadounidenses en Afganistán, los esfuerzos de rescate privados se vuelven cada vez más desesperados.
Tal es el caso del contratista de defensa estadounidense, Erik Prince quien dijo estar ofertando asientos a las personas en un avión fletado desde Kabul por seis mil 500 dólares por persona.
Es decir, la salida desde el aeropuerto de Kabul en Afganistán cuesta aproximadamente 132 mil pesos por persona.
Afganos tienen solo hasta el 31 de agosto para abandonar el país
Las acciones de evacuación en Afganistán se intensifican cada días más, después de que los talibanes advirtieran que sólo permitirían continuar este tipo de operaciones una semana más.
Dando como plazo para la retirada de tropas estadounidenses en hasta el próximo martes 31 de agosto.
Pese a los esfuerzos realizados, los nuevos puestos de control de los talibanes en la carretera a Pakistán han hecho que la salida del país sea cada vez más riesgosa.
Aunado a los confusos obstáculos burocráticos han impedido que innumerables personas abandonen Afganistán.
¿Por qué se tiene como fecha límite el 31 de agosto para salir del país?
Las tropas estadounidenses han acordado abandonar Afganistán antes del martes 31 de agosto o de no hacerlo los talibanes han advertido “consecuencias”.
El portavoz talibán Suhail Shaheen, advirtió que si Estados Unidos o Reino Unido buscan más tiempo para continuar las evacuaciones, la respuesta es no y habría consecuencias.
Lo que significa que los ciudadanos que deseen abandonar el país, pueden hacerlo solo hasta el 31 de agosto.
Es por ello que la desesperación aumenta conforme cada día, puesto que pese a los esfuerzos realizados, los talibanes han hecho la salida de Afganistán cada vez más complicada.
Esta vez los talibanes han asegurado que se vivirá un régimen menos estricto del que se vivió en Afganistán hace unos años.
No obstante, muchos afganos temen que su llegada imponga un sinnúmero de prohibiciones que atentan contra los avances en materia de libertades y derechos humanos en el país.